Deschamps: "No podemos cambiar la historia, pero hay una página por escribir"
Francia/Deschamps está seguro de que el Velodrome será una caldera, porque ya lo comprobó en el encuentro de la segunda jornada contra Albania que se disputó en Marsella.
Didier Deschamps, técnico de la selección francesa, considera que todos los antecedentes no cuentan a la hora de afrontar la semifinal de la Eurocopa, este jueves en Marsella, contra Alemania.
Ni los 58 años que lleva Francia sin ganar a Alemania en un partido oficial, ni el último precedente, hace dos, cuando el conjunto de Joachim Löw derrotó al equipo francés, muchos de cuyos jugadores jugarán mañana, son tenidos en cuenta por el entrenador de les "bleus" la víspera del enfrentamiento en el Velodrome.
Por eso, ante la insistencia en la rueda de prensa previa al encuentro, Deschamps contesta: "No podemos cambiar la historia, pero ésta es una página en blanco. Lo que paso en las otras Copas del Mundo no es importante".
Deschamps considera que el partido ante los campeones del mundo se presenta "igualado" y considera a Alemania "un equipo muy equilibrado, que ha mantenido el mismo estilo de juego desde 2008, con el que ganaron el Mundial".
"Alemania suele dominar los partidos, pero no podemos jugar pensando tan solo en defender", dijo el seleccionador francés, que destacó también la presión que ejerce el equipo alemán, como hizo contra Italia cuando perdió el balón".
"En el fútbol no hay ninguna certeza, si durante el partido tengo que cambiar el planteamiento lo hago, pero tenemos la convicción de que podemos encontrar la solución adecuada a lo que nos plantee Alemania", destacó Deschamps, que no quiso dar pistas sobre si mantendrá en el equipo a Samuel Umtiti y Moussa Sissoko, que entraron en el equipo frente a Islandia o volverá Adil Rami y N'Golo Kanté, tras cumplir su suspensión.
"Tengo el equipo en la cabeza, pero no lo voy a decir hasta mañana", contestó y al ser preguntado por el esquema, con cuatro o cinco centrocampistas, añadió: "Todo es posible".
Preguntado sobre si la sensación que tiene como seleccionador en una semifinal de un Europeo es similar a la experimentó al llegar a la final de la Liga de Campeones, con el Mónaco, en la temporada 2003-04, dijo que es "difícil comparar" ambas situaciones, pero que esta semifinal es especial, porque "es un privilegio estar al frente de la selección de tu país".
Deschamps está seguro de que el Velodrome será una caldera, porque ya lo comprobó en el encuentro de la segunda jornada contra Albania que se disputó en Marsella. "El apoyo del público es muy importante. Lo hemos sentido por todo el país y una semifinal es muy especial, aunque no necesariamente vendrá la misma gente que al partido de Albania", bromeó.