Lyon gana y le complica la vida al Bilbao

El Athletic Club sufrió una nueva derrota en la Europa League en su visita al Olympique de Lyon (2-1), en un partido de la tercera jornada disputado en Gerland donde los de Bielsa se mostraron infinitamente superiores a su rival, pero acabaron pagando las pérdidas de balón y la falta de acierto en los últimos metros. El Athletic viajó a Lyon con la intención de no volver a "pinchar" para mantener vivas sus opciones de superar la primera fase y mejorar la imagen mostrada en este arranque de temporada. Después de sus tropiezos ante Hapoel y Sparta de Praga y del pobre inicio en la Liga, los de Marcelo Bielsa querían olvidar las penas y demostrar que aún queda mucho del equipo que maravilló a toda Europa el año pasado. La primera parte comenzó con un Athletic "enchufado" y lanzado a por el gol. Los rojiblancos se hicieron en seguida con la posesión y controlaron bien el partido pero sin llegar con mucho peligro a los dominios de Vercoutre. Antes de cumplirse la primera media hora de juego, Aduriz fabricó la mejor ocasión del conjunto vasco hasta el momento. A medida que la primera mitad iba llegando a su fin, el Athletic se fue desinflando y el Lyon, muy replegado en su campo desde los inicios, adelantó ligeramente la línea de ataque para intentar sorprender a Iraizoz, que apenas tuvo que intervenir en los primeros 45 minutos. Tras el paso por los vestuarios, el Athletic salió con la misma dinámica que en el primer acto, presionando bien y evitando que los franceses salieran de su campo con el balón jugado. En los mejores minutos de los de Bielsa, Lisandro López aprovechó una contra para cabecear a gol el primero de la noche. Lejos de venirse abajo, el Athletic se repuso rápido de este contratiempo y continuó buscando, con más ahínco si cabe, los goles que le darían su primera victoria en la competición. Ander Herrera y Aduriz, que no estuvo demasiado fino en el partido de hoy y fue sustituido más tarde por Llorente, pudieron establecer el empate tras dos graves errores de la defensa gala. La jugada del gol del empate llegó a falta de diez minutos para la conclusión, cuando Fernando Llorente asistió a Ibai Gómez, que firmó un auténtico golazo. Sin embargo, el Athletic tuvo que sufrir la embestida de Gomis, su principal enemigo en la recta final del partido. El francés tuvo tres ocasiones claras de gol pero fue Briand el que, con el encuentro roto, estableció el tanto definitivo. Con este resultado, los rojiblancos están obligados a ganar sus tres próximas "finales" si quieren tener opciones de clasificarse para la siguiente fase.