Messi y Argentina inaugurarán el Luzhnikí, estadio de la final Mundial 2018
Será en noviembre
La selección de Argentina comandada por Lionel Messi inaugurará el próximo 11 de noviembre el nuevo estadio olímpico Luzhnikí, donde se disputará la final del Mundial de Rusia 2018.
"El Luzhnikí será entregado en junio para su explotación. La inauguración oficial será el partido entre Rusia y Argentina. La fecha preliminar es el 11 de noviembre", dijo hoy Nikolái Guliáev, jefe del departamento de Deportes del Ayuntamiento de Moscú, a medios locales.
Las autoridades decidieron no construir un nuevo estadio, sino remodelar el Luzhnikí, conservando la histórica fachada y aumentando el aforo de los actuales 78.000 a los 81.000 asientos.
El Luzhnikí, antiguo estadio Lenin, acogió en 2008 la única final inglesa de la Liga de Campeones entre el Chelsea y el Manchester United con victoria del segundo a los penaltis.
Según el comité organizador, el Luzhnikí acogerá tanto el partido inaugural como cuatro partidos de la fase de grupos, uno de los octavos de final, una semifinal y la gran final mundialista.
El pasado año el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, se mostró "impresionado" durante la visita de inspección al estadio olímpico.
"Tiene un aspecto impresionante. Éste es el lugar ideal para celebrar el Mundial. Un lugar magnífico para los futbolistas y los aficionados. Cuando entras en el estadio el corazón comienza a latir más rápido", dijo entonces.
En total, el Mundial se disputará en doce estadios, dos de los cuales están en Moscú -el Luzhnikí y el Spartak-, mientras la otra semifinal se disputará en San Petersburgo, que será inaugurado en abril tras innumerables retrasos.
Precisamente, una comisión de la FIFA inició hoy en San Petersburgo la revisión de los cuatro estadios que acogerán la Copa Confederaciones en junio próximo, entre los que figuran también el del Spartak Moscú, Kazán y Sochi.
Recientemente, el Gobierno ruso aumentó el presupuesto del Mundial hasta los 638.800 millones de rublos (unos 10.500 millones de dólares) tras dos años de recortes debido a la recesión económica.
Según el plan maestro, la mitad de los 10.500 millones de dólares se dedicará a la construcción de infraestructuras de transporte -aeropuertos y carreteras-, y un tercio a la construcción de estadios y otras instalaciones deportivas.
El presidente ruso, Vladímir Putin, garantizó en todo momento que, pese a la recesión, Rusia no renunciaría en ningún caso a la organización del Mundial y tampoco escatimaría en gastos para que los aficionados de todo el mundo "se sientan como en casa".