Miraildes Mota "Formiga", la veterana buscará dejar una huella en la historia de los mundiales femeninos
Miraildes Maciel Mota , futbolísticamente conocida como Formiga, se convertirá en Francia en la futbolista con más Mundiales disputados (7) y también con posibilidades de batir el récord de más partidos disputados en una Copa del Mundo (30).
Comenzó a jugar al fútbol a los 12 años siguiendo los pasos de su ídolo Dunga. Su carrera ha transcurrido en cuatro países (Brasil, Suecia, Estados Unidos, Francia) y 14 equipos diferentes (São Paulo, Portuguesa, Santa Isabel, Santos, Independiente, Malmö, New Jersey Wildcats, Sky Blue, Saad, Botucatu, Gold Pride, Chicago Red Star, São José y PSG).
Debutó con la Canarinha con 17 años siendo parte del equipo con el que Brasil compitió en el Mundial de Suecia en 1995 y desde entonces acumula 25 goles en 167 apariciones con la selección, siendo la futbolista que más veces ha vestido la verde amarella (le siguen los 135 de Cristiane, los 129 de Marta y los 114 de Rosana). Decidió colgar las botas en 2016, pero acabó volviendo dispuesta a romper todos los récords.
Brasil se encuentra en el Grupo C junto a Australia, Italia y Jamaica. Vadão, que vuelve a tomar las riendas de la selección en una segunda etapa, ha optado por la veteranía para firmar un buen resultado. En caso de jugar un solo minuto en Francia, Formiga se convertirá en la futbolista más veterana en disputar un Mundial superando en este registro a la estadounidense Christie Rampone, que a sus 40 años y 11 días disputó unos minutos en la final de 2015 y pudo saborear el 5-2 ante Japón.
Aunque la presencia de Formiga en el equipo podría parecer un pago por los servicios prestados, lo cierto es que la centrocampista se ha ganado el puesto por méritos propios. "Los datos de Formiga son los de una atleta de 22-25 años. Corre entre 11 y 15 kilómetros por partido y hace entre 20 y 30 disparos a puerta que superan los 20 kilómetros por hora. Ella se ha formado en esto y hace del cuerpo una herramienta perfecta de trabajo", asegura el doctor de la selección brasileña Nemi Sabeh Júnior.
