Beatriz Pacanins Orillac: Un brillante futuro en el deporte ecuestre de Panamá

Panamá/Con apenas 13 años, Beatriz Pacanins Orillac ha conquistado el escenario ecuestre tanto a nivel nacional como internacional, consolidándose como una de las mayores promesas del deporte en Panamá.

En el Campeonato Nacional Ecuestre 2024 realizado este fin de semana, Beatriz alcanzó el título de Campeona Infantil A (1.10m) y Subcampeona Infantil B, completando las tres pistas sin faltas y demostrando una técnica impecable. "Este año ha sido increíble, y estos logros son un sueño hecho realidad", expresó emocionada la atleta, quien también representó a Panamá en el prestigioso FEI World Children’s Classic en México, enfrentándose a los mejores jinetes infantiles del mundo.

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En este evento internacional, Beatriz destacó por su desempeño:

• Primer lugar por equipos, junto a Bianca Denise Ippolito (Argentina) y los mexicanos Benjamin Romo Cantu y Fernando Carrillo Bravo.
• Clasificación a la gran final individual, siendo la segunda mejor extranjera en la clasificación general.

La conexión de Beatriz con sus caballos fue clave para su éxito. "Es un honor representar a Panamá y aprender en cada competencia", comentó Beatriz, agradeciendo a su familia, entrenadores y la Organización Ecuestre de Panamá (OEP) por su apoyo constante.

Estos logros colocan a Beatriz como una gran promesa deportiva, que desde ahora deja en alto el nombre de Panamá en el deporte ecuestre.

Sobre la Organización Ecuestre de Panamá

La Organización Ecuestre de Panamá (OEP) es la entidad que rige, de manera técnica y administrativa, las disciplinas ecuestres en Panamá, con el objetivo de promover, fomentar, reglamentar y desarrollar la equitación a nivel nacional. Reconocidos por el Instituto Panameño de Deportes, afiliados a la Federación Ecuestre Internacional (FEI), al Comité Olímpico de Panamá y además reconocidos por el Comité Olímpico Internacional desde 1989.

Nota de prensa.

El Deporte Ecuestre: Origen y Beneficios para la Formación Integral del Atleta

El deporte ecuestre tiene una historia rica y fascinante que se remonta a miles de años atrás. Desde sus inicios en la antigua Grecia y Roma, donde se practicaban carreras de caballos y competiciones de salto, hasta su evolución en la Edad Media, el deporte ecuestre ha sido una disciplina que combina habilidad, control y conexión con los caballos. Hoy en día, se considera una de las actividades deportivas más nobles y elegantes, presente en los Juegos Olímpicos desde 1900.

Los beneficios del deporte ecuestre para la formación integral del atleta son numerosos y abarcan tanto aspectos físicos como psicológicos y emocionales.

Beneficios Físicos

1. Desarrollo Muscular: Montar a caballo implica el uso de prácticamente todos los grupos musculares, especialmente los de la espalda, abdomen y piernas, fortaleciendo y tonificando el cuerpo del atleta.
2. Coordinación y Equilibrio: La equitación requiere una coordinación excepcional y un buen sentido del equilibrio, lo cual mejora significativamente con la práctica regular.
3. Condición Cardiovascular: El deporte ecuestre también es una excelente forma de ejercicio cardiovascular, contribuyendo a mejorar la resistencia y salud del corazón.

Beneficios Psicológicos y Emocionales

1. Responsabilidad y Disciplina: Cuidar de un caballo requiere un alto grado de responsabilidad y disciplina, enseñando a los jóvenes atletas la importancia de la dedicación y el compromiso.
2. Empatía y Conexión: La relación entre jinete y caballo fomenta la empatía y una profunda conexión emocional, aspectos cruciales para el desarrollo emocional del atleta.
3. Reducción del Estrés: El contacto con los caballos y el entorno natural tiene un efecto calmante, reduciendo los niveles de estrés y ansiedad.

Beneficios Educativos y Sociales

1. Trabajo en Equipo: Aunque a menudo se percibe como un deporte individual, la equitación requiere una gran colaboración y comunicación con entrenadores y compañeros de equipo.
2. Desarrollo de Habilidades de Liderazgo: Guiar a un caballo requiere liderazgo y confianza, habilidades que son transferibles a otras áreas de la vida del atleta.
3. Superación de Desafíos: La naturaleza del deporte ecuestre implica enfrentar y superar diversos desafíos, lo que fortalece la resiliencia y la capacidad de afrontamiento del atleta.

En conclusión, el deporte ecuestre no solo proporciona una formación física integral, sino que también promueve el desarrollo emocional, social y educativo, convirtiéndolo en una disciplina excepcional para el crecimiento personal de los atletas.