Huérfanas
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Se siente el mejor incluso cuando no lo es. Esa filosofía colocó el viernes al argentino Sebastián Crismanich en la final de la división de 80 kilos del taekwondo olímpico y le garantizó al menos una medalla de plata. Crismanich derrotó 2-1 el viernes al armenio Arman Yeremyan, con parciales 0-0, 2-0 y 0-1, en las semifinales, y dirimirá el oro más tarde ante el español Nicolás García, quien en la otra semifinal doblegó 2-1 al italiano Mauro Sarmiento. "Vamos a ir a buscar esa medalla de oro y a salir con todo", señaló. El nativo de la provincia argentina de Corrientes comentó que a García ya lo venció en un anterior enfrentamiento, "pero eso no me relaja, al contrario me obliga a tratar de volverlo a lograr". La final se disputará a las 22.30 (2130 GMT). "No quiero pensar que el tener asegurada ya la medalla de plata sea el tope, que ya todo está hecho. Eso no es mi forma de pensar", dijo el argentino a la prensa. "Todo lo que he hecho hasta hora es demostrar que yo soy el mejor, aun no siéndolo muchas veces. Esa filosofía es la que me ha llevado a vencer a rivales muy duros; ha sido lo que planteamos hoy, sobre todo con el armenio, contra quien era necesario mantener la tranquilidad hasta el final", aseveró. "Fue un resultado ajustado, pero sabíamos que iba a ser así la pelea", agregó Crismanich, quien describió al armenio como un rival "muy cerrado, muy fuerte, por eso cuesta mucho romper su guardia y conectar los puntos". Con su triunfo ante Yeremyan, Crismanich desde ya aseguró la primera presea olímpica de Argentina en el taekwondo y queda a la espera de convertir la plata en oro. El argentino debutó con una victoria por 9-5 ante Scott Vaughn, de Nueva Zelanda. En cuartos de final le ganó al afgano Naser Ahmad Bahawi con parciales de 1-0, 5-1, 3-0. El afgano, que venía de superar 3-2 al marroquí Issam Chernoubi, como muestra del castigo recibido salió arrastrando la pierna izquierda y apoyado del hombro de su entrenador. Crismanich comentó que nunca se imaginó ganar con tanta facilidad dada la experiencia y el prestigio de su adversario. "Pensábamos que iba a ser una pelea muy difícil y dura, ante este rival que ha derrotado campeones mundiales, medallistas olímpicos, campeones olímpicos, que tiene mucha experiencia; por eso para nosotros moralmente es muy importante haber pasado y de la manera que lo hicimos", destacó. Un golpe a la cabeza en el segundo asalto, que le valió tres puntos, y una seguidillas de patadas, aparentemente leves a la parte trasera del muslo izquierdo, acabaron por minar las fortalezas de Bahawi.