El tenis: dos Wimbledons en el mismo año
Rafael Nadal portará la bandera de España. Novak Djokovic irá con la de Serbia. Maria Sharapova llevará la de Rusia. Roger Federer ha tenido el honor en las dos ocasiones anteriores y que nadie se sorprenda que le toque una vez más por Suiza. Muchos tenistas de renombre serán los abanderados de sus países en la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos el 27 de julio en Londres. Después de una ausencia de 64 años debido a un conflicto entre los jerarcas del deporte y las autoridades olímpicas por el rechazo a la presencia de profesionales, el tenis —una de las nueve disciplinas originales— reapareció en el programa de competencias en Seúl 1988 y desde entonces se ha convertido en una de sus atracciones principales. Algunos momentos memorables: —Las dos medallas de oros conquistadas por Nicolás Massú y Fernando González para Chile en Atenas 2004, inéditas en el deporte del país sudamericano. —Verlo a Federer llorar por la frustración de quedar eliminado en una segunda ronda en Atenas al caer ante Tomas Berdych y luego salir desencajado tras perder contra James Blake en los cuartos de final de Beijing 2008. —Andre Agassi tildó su oro en Atlanta 1996 como el momento cumbre de su carrera. Federer soltó toda su euforia cuando ganó el título de dobles en Beijing junto a Stanislas Wakrinka. Podrán estar atareados con viajar alrededor del mundo de enero a noviembre y disputar cuatro grand slams, pero los profesionales se toman muy en serio el tenis olímpico. Nadie se lo quiere perder, con una puja intensa en los meses previos por asegurar la clasificación. Y el torneo de este año, en de Londres, será especial en muchos sentidos. Se disputará en el césped de Wimbledon, la catedral del tenis, por lo que podría decirse que esta temporada se disputan cinco grand slams. La competencia arrancará apenas tres semanas después del torneo de Wimbledon. Se jugará en césped, pero no se exigirá la etiqueta del All England Club de vestirse totalmente de blanco. "La imagen será la imagen de los juegos. Habrá más color. Será un Wimbledon especial", dijo a The Associated Press el presidente de la Federación Internacional de Tenis, Francesco Ricci Bitti. "Será algo inolvidable". Pregúnteselo a Sharapova, campeona de Wimbledon en 2004 y flamante monarca del Abierto de Francia. "Será una experiencia totalmente diferente. No sé qué voy a sentir cuando salga a la cancha de césped en Wimbledon y saber que no es Wimbledon", dijo la rusa. "Es mi sitio favorito para jugar tenis". Sharapova puede hacer historia si se cuelga la presea de oro. Acaba de completar la colección de títulos de Grand Slam, tras consagrarse en la arcilla de Roland Garros, y emularía a Steffi Graf con el denominado Grand Slam Dorado. Tenistas como Sharapova se embolsan millones en premios y patrocinios, pero disfrutan la camaradería al encontrarse junto a competidores de todas partes del mundo. Fue en Sydney 2000 donde Federer se enamoró de su esposa Mirka Vavrinec, quien entonces formaba parte del equipo suizo de tenis. "Participar y estar ahí ya es algo muy muy lindo ... Estar en la ceremonia, o compartir con otros deportistas argentinos u otros atletas de otros países, y sabiendo que todos peleamos por lo mismo, que es una medalla, lo hace especial", expresó a la AP Juan Martín Del Potro, el campeón del Abierto de Estados Unidos de 2009. Nadal es el último campeón olímpico y cuando hace poco le preguntaron al respecto en una entrevista con la radio española COPE afirmó que su experiencia en Beijing "fue la mejor de mi carrera". "El oro olímpico es el título más complicado que puede conseguir un tenista", añadió Nadal, cuya participación en el Wimbledon 2012 fue efímera al perder en segunda ronda ante Lukas Rosol, un checo que es el número 100 del mundo. "Tienes una o dos oportunidades". Andy Murray, el cuatro del mundo que será la carta de triunfo de los anfitriones, reflexionó sobre la importancia de lo que está en juego. "Lo notas en la intensidad de los jugadores. Djokovic ganó la medalla de bronce la vez pasada y fue algo enorme para él", comentó el escocés. "Si pierdes en una semifinal de un Grand Slam, quedas decepcionado. Pero un bronce olímpico es algo tremendo". "En las Olimpiadas estás representando al país, en el tour lo haces por tí mismo", afirmó. Federer, quien está por cumplir los 31 años, afronta la que es casi seguramente su última oportunidad para conseguir el título que falta en un palmarés que tiene 16 coronas de grand slam, seis de ellas en Wimbledon. Serena Williams, con 13 grandes en su historial, también ambiciona su primer oro en individuales tras consagrarse en dobles con su hermana Venus en 2000 y 2008. Venus fue la campeona olímpica en 2000 y marcó los Juegos como prioridad máximo en su agenda al regresar a las canchas tras haber sido diagnosticada con una enfermedad del sistema inmunológico que causa fatiga y dolor en las articulaciones. Todos los partidos serán al mejor de tres sets, salvo la final masculina, en la que se irá a cinco como se hace en los grand slams. Y la novedad del programa, pautado entre el 28 de julio y el 5 de agosto, será el doble mixto.