Saladino va a Londres 2012 con serias interrogantes
Tres saltos nulos dejó sorpresivamente a Irving Saladino fuera del podio en el Mundial de Berlín. Dos años después, en Daegu, ni siquiera alcanzó la final del campeonato. Con esos fracasos para poner un modo sombrío, más una operación en su rodilla izquierda, el panameño va a los Juegos Olímpicos de Londres a defender el histórico oro en el salto largo alcanzado hace cuatro años en Beijing. Pero el atleta, que le obsequió a Panamá la primera medalla dorada en unos Juegos Olímpicos, asegura que se equivocan los que piensan que no tiene opción en Londres. "Hay esa sensación de que Saladino bajó su nivel, pero yo sé lo que tengo, cómo me estoy preparando", dijo Saladino en una entrevista con la Associated Press. "Creo que de aquí a los Juegos Olímpicos se puede llegar en un 95%, que es lo que yo quiero. En el deporte siempre hay altas y bajas". Saladino irrumpió como figura en el atletismo cuando se proclamó campeón en el Mundial de Osaka 2007, el primero de Panamá en una cita de ese nivel, y al año siguiente se subió a lo más alto del podio de Beijing. Esto provocó un gran festejo en Panamá. Las autoridades le confirieron el honor de embajador deportivo. Un complejo atlético de la capital lleva su nombre. Tras conseguir el oro olímpico, el "Canguro" panameño logró conseguir su mejor registro en una competencia en Holanda (8,73 metros) y llegó como el favorito al Mundial de Berlín, donde tres fallos en la salida lo marginaron del podio en la final. Dos años después, el campeonato de Daegu resultó un fiasco mayor al ni siquiera pasar a la final. Saladino adujo que su fracaso en Daegu se debió a que llegó a esa ciudad pocos días antes de la competencia en la ciudad surcoreana y no pudo aclimatarse. Su entrenador Florencio Aguilar le da la razón, pero asegura que los malos resultados que siguieron al oro mundial y olímpico se debieron más a un problema psicológico de su pupilo. "Yo estaba con Irving en Corea y le hablaba y prácticamente lo veía en otro planeta", contó el entrenador a la AP. "Yo le decía "Irving, ya usted estos torneos los ha ganado, estás acostumbrado a esta presión", pero al momento en que se para y enfila hacia la tabla, es otra persona". "Irving necesita un trabajo psicológico para esperar buenos resultados en las Olimpiadas", añadió. En efecto, Saladino recibió charlas de psicólogos en Panamá. Lo físico también plantea un desafío para Saladino, quien a inicios de este año se sometió a una intervención quirúrgica para subsanar un desgaste de menisco y tendón de la rótula en su rodilla izquierda, que lo alejó dos meses de la pista. Saladino acude a Londres con 29 años y quiere apelar a su experiencia. "Este año es diferente, ya con un poco más de edad", dice. "Creo que se puede hacer el trabajo. Mi entrenador confía mucho en mi y si llego en óptimas condiciones, sin ningún tipo de dolor y recuperado, se puede hacer el trabajo". "Todo depende de la actitud de él", destaca Aguilar. "Ya ha sido campeón y le ha ganado a los mejores en su momento". Oriundo de la provincia caribeña de Colón y graduado en electricidad, Saladino no tuvo su mejor debut en una Olimpiada al lesionarse a pocos días de las competencias en Atenas 2004. Luego viajó a Brasil, donde lo tomó el entrenador Nélio Moura, responsable de llevarlo a la ruta del éxito años después. En 2010 decidió regresar a Panamá y buscó a su gestor Aguilar. "Irving no me dijo nada de que haya tenido problemas con (Moura). Sólo me dijo que se iba a regresar a Panamá a entrenar conmigo", aseguró el instructor panameño. Aguilar consideró que la decisión de Saladino de dejar Brasil y seguir sus entrenamientos en su país natal "no influyó" en los traspiés del panameño después de ganar el oro olímpico, y subrayó que su problema "fue más psicológico, así como su lesión en la rodilla". Saladino tampoco achacó los malos resultados a su traslado a Panamá, aunque admitió que en Brasil por estar alejado de su familia y amigos se enfocó sólo en los entrenamientos. "Allá uno entrena y para la casa; acá entrenas y tienes que hacer otras cosas", explicó. Saladino contrajo matrimonio recientemente con la panameña Esilda Mikalunakus y se declara feliz: "Ella (su esposa) es como mi fisioterapeuta y psicóloga en casa", afirmó.