Federer y Wawrinka, una final 100% suiza en Monte Carlo

MÓNACO -14 años después, vuelve a tener lugar una final 100% suiza en el circuito ATP. En ambos extremos, aparece Roger Federer. Aquella vez, ante Marc Rosset, en Marsella 2000. En esta ocasión, cara a cara con Stanislas Wawrinka en el Masters 1000 de Monte Carlo. Pero hay una particularidad en el recuerdo de aquel antecedente entre compatriotas. Porque la definición de Marsella no resultó una más para Federer. Fue, concretamente, su primera a nivel ATP. Y con derrota, 2-6, 6-3 y 7-6 (5), a manos de quien ocupaba un rol de "hermano mayor" con él dentro del circuito. "Nunca lo vi como un rival. Entrenábamos, cenábamos, jugábamos dobles juntos. Le daba consejos. Quería que se sintiera bien, era un buen chico", recordó Rosset más de una vez, respecto de los primeros años de Roger en el tour. Enfatizando esa confianza en la relación, el oro olímpico en Barcelona 1992 reveló meses atrás un diálogo que tuvo lugar minutos después de aquel lejano partido: "Roger no podía parar de llorar en la ceremonia. Traté de calmarlo y me respondió que era su primera final. Y que tal vez nunca jugaría otra en toda su vida". 14 años más tarde, ese nunca más se convirtió en 116. Y este domingo habrá que sumar otra final a la lista. En el medio, Roger recibió 17 trofeos de Grand Slam, definió títulos con figuras de ayer y de hoy, pero jamás volvió a compartir una instancia semejante con un compatriota. Hasta esta semana. Del otro lado de la red, ahora estará Stanislas Wawrinka, acaso el nuevo "hermano menor" en la historia. Así lo describía el propio Federer, en 2009, cuando coincidieron en la exhibición de Kooyong: "Es bueno tener a alguien alrededor que conozca el lugar en que te mueves y ocasionalmente te pueda brindar el consejo que necesitas. Además, el oro en Beijing es algo que nos mantendrá conectados por siempre". Y lo cierto es que, aunque Wawrinka ya se haya "emancipado" con el título en Australia y el salto al Top 3 de la ATP, Federer sigue asumiendo ese papel de mentor y voz de mando: desde "ceder" a Severin Luthi para que colabore con Stan hasta llevar la iniciativa en los partidos de dobles. "Es increíble que estemos juntos en la final. Hemos venido jugando bien por bastante tiempo", palpitó Federer. "Va a ser muy especial compartir este momento, más por el nivel que él ha mostrado estos meses, por las horas que le hemos estado dedicando a jugar dobles, a entrenar juntos o simplemente a hablar de tenis. Partiendo desde ahí, creo que va a ser un día inolvidable".