Nadal cae el ATP de Río y la agarra con el juez
Le espetó: "Voy a pedir que no me pites nunca más"
Fabio Fognini apartó a Rafa Nadal de volver a una final. Le ganó por 1-6, 6-2 y 7-5 tras 2h:17 en el ATP 500 de Río, en el que el español defendía título y en el que acabó atenazado por calambres en las piernas. El número tres del mundo lleva sin pisar una última ronda desde hace ocho meses y medio, cuando tocó por novena vez el cielo de Roland Garros. Desde ahí, una lesión de muñeca, un tratamiento con células madre para arreglar su espalda, una operación de apendicitis... Apenas 18 partidos jugados desde París hasta llegar a la tierra de Río. A su corralito. Pero en él de momento tampoco encuentra la redención Nadal.
Rafa pudo acusar el descalabro del viernes, cuando comenzó a jugar a las 01:00 y acabó casi a las 03:30. Fognini, que tiene mucho talento pero disperso, comenzó a meter ritmo con intercambios largos. Y parecía que había chispa en el cuerpo de Nadal. Que podía correr, cubrirse el revés e ir a la guerra. Sus señas de identidad. El italiano, inconsistente y con muchos errores no forzados (16) cedió dos breaks y el set se fue en 34 minutos.
Todo parecía encaminarse a una victoria fácil, cuando el campeón de 14 grandes comenzó a perder el pulso al duelo. En el segundo set, cuando Fognini ya le había arrebatado dos veces su servicio, Nadal se puso de los nervios después de que Carlos Bernardes le quitara un saque por violación de tiempo. ADVERTISEMENT
—“¡Te voy a decir una cosa. Voy a pedir que no me pites nunca más. No puedo más contigo. Eres el que más presión me mete en el circuito. Mira los vídeos!”.
La tormenta se había desatado y amenazaba con engullir al campeón. De ella sacó partido el italiano, que se adjudicó un set en el que Nadal cometió 12 errores no forzados por sólo cuatro golpes ganadores.
En la manga definitiva, el coloso de la tierra fue dominado, no mandó. Llegó tarde a muchas bolas y fue cavando su tumba a la vez que Fognini, 28º del mundo, elevaba su nivel y colocaba algún que otro golpe imposible. El break definitivo llegó con Nadal acalambrado, cojo en una tierra que debía ayudarle a olvidar las penas. Llegó la derrota 25 en arcilla, en la que lleva 321 victorias.
En la final sí estará David Ferrer, que derrotó a Haider-Maurer por 7-5 y 6-1. Alegría entre nubarrones.