Strickland sorprende en San Sebastián con terror y humor en las rebajas

El director Peter Strickland durante la presentación de su película "In fabric".
El director Peter Strickland durante la presentación de su película "In fabric". / EFE
Efe
25 de septiembre 2018 - 06:39

El británico Peter Strickland sorprendió hoy en el Festival San Sebastián con "In Fabric", un filme gamberro que combina terror, humor y fetichismo con un trasfondo de crítica al consumismo y al mundo laboral moderno.

La película, un filme de género con mirada autoral que compite en la sección oficial del certamen donostiarra, fue recibida en el pase de prensa entre el entusiasmo de unos y el desconcierto de otros.

Admirador del cine de Jess Franco y más habitual del Festival de Cine Fantástico de Sitges (España) -donde presentó "The Duke of Burgundy" (2014) y "Berberian Sound Studio" (2009)- que de San Sebastián, Strickland ambienta su nuevo filme en unos grandes almacenes ingleses, en 1993, aunque su estética remite a los 70.

Un vestido rojo maldito que adquiere vida propia y que pasa de un dueño a otro sirve de enlace entre dos historias: la de una mujer en la cincuentena, madre separada que recurre a los anuncios clasificados para encontrar pareja y la de un reparador de lavadoras a punto de casarse casi por desidia después de una relación de 15 años.

Strickland explicó en rueda de prensa que la inspiración le viene de la fascinación y el miedo que le provocaban de pequeño sus asiduas visitas a grandes almacenes. "Tuve muchas pesadillas con maniquíes", aseguró.

La sátira anticonsumista es evidente, pero el director subrayó que no pretende ser didáctico ni hipócrita, porque él mismo es un consumidor y ha preferido destacar la idea del vestido como metáfora de la aleatoriedad de la muerte.

Al mismo tiempo, añadió, es una celebración de las compras presenciales. "Odio las compras online, me gusta que me recomienden personalmente", dijo.

La idea de separar el filme en dos partes claramente diferenciadas tiene que ver con su propia condición de cliente de tiendas de ropa de segunda mano. "Te preguntas quién lo habrá vestido antes, me gustaba esa idea de ciclo de la ropa", señaló.

También confirmó que inicialmente había más personajes, pero no tenían presupuesto suficiente. "Ya fue complicado rodar esta película en 26 días, pero sí, podría continuar, podríamos hacer siete secuelas", bromeó.

En cuanto a la estética del filme, explicó que en su recuerdo los grandes almacenes tienen una ambientación atemporal. Las dependientas lucen un vestuario entre gótico y folclórico del este de Europa que según Strickland bebe de las películas de vampiros de Franco.

Temas relacionados

Si te lo perdiste
Lo último
stats