Cuentos de la Calle: Río Abajo, donde las calles comienzan por la tercera y terminan en la 11 y media

El corregimiento de Río Abajo es mágico, misterioso y lleno de cuentos.

Calle 11 ½ / TVN Noticias

Ciudad de Panamá, Panamá/¿Sabías que en Río Abajo no existen ni la Calle Primera ni la Segunda? Este barrio capitalino arranca sin avisar en la Calle Tercera. Está lleno de historias, de gente que recuerda, que cuenta y que conserva. Hoy, con Francisco Knights, un vecino de 75 años que nació y creció en el barrio, echamos el cuento completo.

Aquí las calles van 3, 4, 5… hasta la 11. Pero no hay Calle 12. ¿Qué hay entonces? La famosa 11 ½, una vía que nació de manera espontánea, entre potreros, barracas y la necesidad de numerar una comunidad que iba creciendo a su propio ritmo.

Francisco nos lleva a la época de los "Night of Fun" [naitafun], fiestas con luces rojas y azules, entradas de cinco centavos y cobros según la medida de la cintura. Así era la alegría caribeña traída por familias de Jamaica, Barbados y otras islas del Caribe, que dejaron su sello en la cultura, el idioma y la comida.

El corregimiento de Río Abajo / TVN Noticias

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Pasamos por la "Vereda Antillana", donde el chef Francis sirve bacalao, rabo de res y corvina con su toque personal: picantito y vino. ¿Y para tomar? Un icing glass hecho con algas marinas, porque el coco y el mar mandan en la cocina afroantillana.

Río Abajo también guarda memoria en lugares como el Centro Cultural Sidney Young, que rinde homenaje al periodista jamaicano que luchó por los derechos de los afrodescendientes en Panamá. O la Logia Justicia, un club cívico donde se forjaron líderes y se tejió comunidad desde los años 50.

Una fiesta en Río Abajo publicada en un medio de la época / TVN Noticias

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Y no podemos olvidar el Kelvin, ese bar icónico donde el jazz y la salsa se mezclaban, y donde artistas como Julio Iglesias, Carlos Garnett y Clarence Martin hicieron de este rincón un templo musical. Sí, Julio Iglesias caminaba por aquí con su guitarra al hombro buscando una tarima y buena compañía musical.

Río Abajo no tenía escuelas, ni calles anchas, ni buses que llegaran más allá del hogar Bolívar. Pero tenía algo más poderoso: identidad, resistencia y cultura. Gracias al impulso de líderes como Héctor Gadpail, llegaron las escuelas, las mejoras… y se quedó la historia.

Mural pintado en Río Abajo de personajes del sector / TVN Noticias

Porque así como Harry Potter tiene su andén 9 ¾, nosotros tenemos la Calle 11 ½.

Y así es Río Abajo. Mágico, misterioso y lleno de cuentos.

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