Alucinaciones invertidas: el nuevo trastorno psicológico que provocan los celulares

El estudio de la Universidad de Derby concluyó que las alucinaciones invertidas no solo reducen el potencial humano y la calidad de vida, sino que además incrementan la vulnerabilidad frente a otras afecciones como la obesidad, la adicción a las redes sociales y el aislamiento social.

Imagen de una persona utilizando su celular. / Pixabay

Cruzar una calle sin notar que un auto se acerca, terminar un plato de comida sin recordar haberlo ingerido o recorrer el camino al trabajo sin tener memoria del trayecto son situaciones más comunes de lo que parece.

Estos episodios no se deben a una simple distracción pasajera, sino a lo que la ciencia denomina “alucinaciones invertidas”, un fenómeno que se está intensificando en la era digital.

A diferencia de las alucinaciones tradicionales, que consisten en percibir algo que no existe, las alucinaciones invertidas implican no percibir algo real que está frente a nosotros. Según investigaciones recientes, el uso excesivo de dispositivos móviles y redes sociales es uno de los principales detonantes de esta condición.

Los teléfonos móviles se han convertido en una extensión del cuerpo humano. Sin embargo, su influencia en la atención y la percepción está generando consecuencias preocupantes. El profesor William Van Gordon, de la Universidad de Derby (Reino Unido) y principal autor de un estudio publicado en 2024, explicó al programa Today de la BBC: “Nuestro trabajo ha identificado una nueva condición psicológica adversa que involucra tener conciencia limitada de lo que está ocurriendo en tiempo real”.

El experto precisó que las personas que experimentan alucinaciones invertidas presentan niveles restringidos de autoconciencia, introspección difusa y una comprensión distorsionada de la realidad. Aunque se trata de un estado que la mayoría atraviesa de forma ocasional, Van Gordon advirtió que actualmente está emergiendo una “versión extrema” del fenómeno debido al impacto de la tecnología y los estilos de vida modernos.

Van Gordon, quien antes de dedicarse a la psicología fue monje budista, señaló que cada vez somos más propensos a ser absorbidos por estímulos externos, dejando de lado la conexión con nosotros mismos: “Cada vez estamos siendo más atraídos hacia afuera (de nosotros mismos) y nuestra investigación muestra que eso puede tener consecuencias de salud negativas, incluyendo problemas de salud mental”.

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El estudio de la Universidad de Derby concluyó que las alucinaciones invertidas no solo reducen el potencial humano y la calidad de vida, sino que además incrementan la vulnerabilidad frente a otras afecciones como la obesidad, la adicción a las redes sociales y el aislamiento social. Incluso, advierte que el fenómeno puede promover una visión más cerrada del mundo, limitando el interés por interactuar con los demás o conocer ideas distintas.

Van Gordon ha dedicado buena parte de su trayectoria a investigar el Mindfulness, o atención plena, práctica que busca mantener la mente enfocada en el presente. Según su análisis, las alucinaciones invertidas son producto del proceso contrario, al que denomina Mindlessness (distracción crónica).

En su libro El guerrero atento (publicado en español en 2018), el especialista ya había anticipado que este tipo de episodios podían prevenirse mediante técnicas de entrenamiento mental. En entrevistas y conferencias ha reiterado que la clave está en recuperar la capacidad de vivir conscientemente el aquí y el ahora, en lugar de perderse en la distracción digital.

El estudio también señala a las redes sociales como actores centrales en la expansión del problema. Su diseño responde a estrategias de retención de atención: el “scroll infinito”, la acumulación de “me gusta” y las notificaciones constantes generan un ciclo de dopamina que resulta difícil de romper.

Van Gordon enfatizó que revertir la tendencia no es sencillo: “Frenar esa tendencia a la distracción y frenar esa tendencia a que la mente deambule requiere entrenamiento, apoyo y un cambio de estilo de vida y no es algo que se pueda arreglar de forma rápida”.

La investigación de la Universidad de Derby pone en evidencia que las alucinaciones invertidas son más que una curiosidad psicológica: representan un nuevo desafío para la salud pública global. Mientras los teléfonos móviles y las redes sociales continúan siendo herramientas indispensables, también están configurando un entorno en el que la desconexión de la realidad inmediata se normaliza.

Frente a este panorama, los especialistas recomiendan replantear la relación con la tecnología, integrar prácticas de atención plena en la vida cotidiana y fomentar hábitos de desconexión digital que permitan recuperar la presencia mental. En palabras de Van Gordon, el riesgo es claro: “Las personas se están perdiendo su propia vida”.

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