Más de 400 millones de personas en el mundo sufren incontinencia urinaria
Más de 400 millones de personas en el mundo sufren de incontinencia urinaria, lo que supone que alrededor de un 6% de la población tiene algún tipo de pérdida de orina, y el porcentaje se estima aumentará en los próximos años por el progresivo envejecimiento de la población.
Así se puso hoy de manifiesto en el séptimo Foro Global de Incontinencia, que este año se celebra en Roma hasta el día 18, con la asistencia de más de 300 expertos de Europa, EEUU, Australia y Canadá y que este año preside Adrian Wagg, director de División de Medicina Geriátrica de la Universidad canadiense de Alberta.
Obesidad, tabaquismo, diabetes, desórdenes del sueño, hipertensión, asma, demencia o parto son factores que penalizan o están asociados a la incontinencia, destacó Wagg durante el acto de apertura.
Los doctores invitados al foro, como el presidente de la Asociación Española de Urología, Manuel Esteban, recordaron que la incontinencia crónica, reconocida por la Organización Mundial de la Salud como enfermedad, afecta de manera decisiva a la calidad de vida de los pacientes tanto en el entorno social (aislamiento), como en el físico (problemas de piel).
También al sexual (distanciamiento de la pareja por miedo a la pérdida de orina), psicológico (depresión, ansiedad, pérdida de autoestima) y laboral (absentismo).
De hecho, y según los expertos, está posicionada en el quinto lugar en cuanto al impacto en la calidad de vida de los pacientes por encima de patologías como el infarto de miocardio o de la diabetes, según las mismas fuentes.
Todo ello hace que exista una mayor predisposición en el índice de morbilidad y mortalidad de pacientes.
El evento sirvió asimismo para destacar el hecho de que sigue existiendo una percepción social de sentimiento de vergüenza, y esto origina que el 50% de los pacientes no consulte a un especialista, lo que dificulta su diagnóstico y un correcto abordaje, y, por tanto, agudiza la enfermedad y incrementa los costes asociados.
Durante el congreso se presentó un estudio que ha identificado un conjunto de 14 indicadores claves para que cuidadores, profesionales sanitarios y actores políticos pueden tomar como guía de referencia a la hora de prestar una asistencia sanitaria de calidad.
La finalidad del foro, que tiene lugar cada dos años, es priorizar en la agenda sanitaria esta dolencia para que reciba la atención que se merece con el objetivo de mejorar la atención a los pacientes que conviven con ella.