Procrastinación: un mal que se ha agudizado en la pandemia
Según un estudio realizado por el Doctor Yasser Dorri, psicólogo en psiquiatría y psicología del sistema de salud de Mayo Clinic en Minnesota, un gran numero de personas ha incrementado su nivel de procrastinación en el último año, y esto se debe a un factor en específico: la pandemia de COVID-19.
Los expertos definen la procrastinación como “retraso voluntario de un acto previsto a pesar de que al final, la tarea postergada será peor a largo plazo”. Se sabe que la tarea no desparecerá, pero igual las emociones dominan a la persona. Según el profesor de Psicología en la ciudad de Carleton en Ottawa, la procrastinación no es un problema de gestión de tiempo, sino de manejo de las emociones.
Esta procrastinación es producto de factores que se han agravado en la población durante la pandemia. Ese cambio inesperado que sufrió todo el mundo, que de un día para otro cambió el estilo de vida de las personas, provocó un declive en la salud mental, empeorando problemas como el estrés, la ansiedad y ladepresión. Eso puede conllevar a sufrir otro tipo de enfermedades como diabetes, obesidad, problemas cardíacos, y en el caso de ya padecerlos, empeorarlos.
Todos estos problemas tienden a empeorar la procrastinación, atrasar deberes por hacer o en el peor de los casos, suspender todo tipo de actividad por completo.
El lado científico de la procrastinación
El cerebro es el factor principal en la procrastinación, ya que este órgano cuenta con estructuras que participan en las respuestas conductuales y emocionales de las personas. Básicamente, el sistema límbico es el “culpable” de las experiencias emocionales y también de la búsqueda de placer, gratificación y reacciones de supervivencia.
La corteza prefrontal del cerebro se encarga de la planificación y toma de decisiones, y muchas veces el sistema límbico toma decisiones que son más fáciles para uno, y menos riesgosas. Es decir, entre ir al doctor o ver una película, lo más probable es que escoja ver la película, ya que es más divertido y relajante. Incluso, puede producir pensamientos que favorezcan aún más la opción de ver la película en detrimento de la propia salud al justificar no ir al médico.
Todos los cambios que ha sufrido la población en cuanto a la planificación de sus tareas o sus vidas han sido más negativos que positivos. La pandemia causó que básicamente estos horarios no existieran. Al trabajar desde casa, separar el tiempo laboral del tiempo de descanso y hogar es mucho más complicado ya que permanecer en casa todo el día no es algo que muchos hacían.
El cerebro funciona por asociación, por ende, si se asocia la habitación con el sueño, ya que ahí está la cama o la sala como relajación, ya que uno se sienta a comer, o ver televisión, es complicado verle el lado laboral a esto. También, al asociar el trabajo con el estrés, se puede asociar a la casa con el estrés, ya que se trabaja desde casa.
Cómo vencer la procrastinación
El principal activador de la procrastinación es el pensamiento negativo, ya que al sentirse estresado, ansioso o aburrido, se tiende a caer en esa conducta. Para vencer la procrastinación, hay que superar esos pensamientos negativos, y si no se pueden superar por completo, por lo menos controlar las situaciones que hacen que aparezcan.
Algunas estrategias para vencer la procrastinación son:
- Establecer objetivos (ser lo más específico posible).
- Organizar el día a día (tener las actividades diarias planificadas).
- Dividir el trabajo (dividirlo en partes simples o tareas sencillas de abordar)
- Eliminar distracciones (alejarse del celular, avisar al entorno que no se permiten interrupciones).
- Recompensar el esfuerzo (utilizar las actividades que gustan como recompensa para trabajar de una manera más eficaz).
- Trabajar con un compañero (puede ofrecer motivación y apoyo).
- No ser duro con uno mismo (fallar una o dos veces no significa que se fracasó, hay que seguir intentándolo).
La procrastinación es un problema que casi todo el mundo sufre, y aunque pareciera difícil de superar, tiene alternativas y seguir los consejos que se dan puede ayudar a sentirnos mejor y tener más control sobre nuestra vida.
* Con información de la Clínica Mayo.