John Lennon y Paul McCartney: Un 'romance' detrás de The Beatles
Más de medio siglo después del auge de la agrupación, la complejidad de la relación entre ambos artistas sigue generando interrogantes.
Una nueva mirada a su vínculo sugiere que, más allá de una sociedad creativa legendaria, ambos compartieron una conexión emocional tan intensa que algunos la describen como un romance en toda regla, aunque sin componente sexual. Así lo sostiene el periodista Ian Leslie en su nuevo libro “John & Paul: A Love Story in Songs”, una investigación que reabre el debate sobre la naturaleza de una de las alianzas más icónicas del siglo XX.
Según Leslie, el vínculo entre Lennon y McCartney no puede reducirse a una simple colaboración musical. Fue una relación emocionalmente cargada, ambigua y transformadora. El autor sostiene que esta conexión tenía todos los ingredientes de un “romance no sexual” con fuertes implicaciones psicológicas y creativas.
“Era una relación que no es sexual, pero sí romántica”, escribe Leslie, y señala que entre ellos existía un tipo de sincronía que rayaba en la “telepatía”, según testigos cercanos.
Esta dinámica se volvió evidente en su proceso compositivo, donde la admiración mutua y la tensión creativa produjeron algunas de las canciones más influyentes de la historia de la música.
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Uno de los aspectos más reveladores del libro es el análisis de las inseguridades de John Lennon, especialmente en relación con su sexualidad. Leslie revela que Lennon se sintió profundamente impresionado por el atractivo físico de McCartney desde su primer encuentro, lo cual desencadenó cuestionamientos personales:
“Lennon llegó a preguntarse si tenía sentimientos homosexuales hacia Paul”, explica Leslie. Aunque no hubo contacto físico, el componente erótico de la relación aportaba una energía que, al mismo tiempo, los unía y tensaba.
Este conflicto interno también se reflejó en la agresividad del músico. Un ejemplo contundente es el episodio en el que Lennon golpeó al DJ Bob Wooler después de un comentario insinuando una relación homosexual entre él y Brian Epstein, el manager de la banda.
La llegada de Yoko Ono y Linda McCartney marcó un punto de quiebre. En marzo de 1969, John y Paul se casaron con apenas dos semanas de diferencia, trasladando parte de su intensa conexión emocional y creativa a sus nuevas parejas.
“Ambos se casaron con mujeres con las que colaboraron musical y artísticamente”, explica Leslie. “La relación creativa y personal que tenían entre ellos se trasladó a sus matrimonios, pero sin el componente sexual que nunca existió entre ellos”.
Este cambio permitió a ambos redefinir sus espacios personales, aunque nunca lograron replicar la misma sinergia que compartieron como dúo artístico.
La transformación del vínculo entre Lennon y McCartney también quedó inmortalizada en la música. Hey Jude, escrita por Paul en 1968, ha sido tradicionalmente interpretada como una canción de consuelo para Julian, el hijo de Lennon. Sin embargo, Leslie propone una lectura más simbólica: la letra expresa una despedida afectuosa entre dos almas creativas que entienden que deben separarse.
“You found her, now go and get her” (“La encontraste, ahora ve por ella”), canta McCartney, como si reconociera que la relación con John debía evolucionar y dar paso a nuevas etapas. Para Leslie, Hey Jude es una suerte de “canción de ruptura amorosa”, no entre amantes, sino entre dos amigos que alguna vez se conocieron como nadie más lo haría.
El libro no afirma que Lennon y McCartney hayan sido pareja en términos tradicionales, pero sí deja claro que su relación fue mucho más profunda que cualquier otra amistad musical. Fue una conexión que definió no solo el rumbo de The Beatles, sino también la historia del pop y el rock moderno. En palabras del autor: “Quiénes eran entre ellos dos explica mucho más de lo que la historia oficial se ha atrevido a contar”.