Los latinos conquistan Hollywood
Una noche relevante en los Óscar para el cine latinoamericano y producciones que denuncian la discriminación y celebran la diversidad sexual.
Guillermo del Toro con su filme "The Shape of Water" se llevó la mayor cantidad de reconocimientos en los Óscar. Un hecho significativo si se considera que las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y México se encuentran en un punto de inflexión.
La noche también fue especial para Chile, ya que consiguió la preciada estatuilla dorada por primera vez con un largometraje. "Una mujer fantástica", la película de Sebastián Lelio que expone los prejuicios que enfrentan las personas trans en sociedad, triunfó en la categoría de Mejor película extranjera.
La ceremonia de la edición 90 de los premios de la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas no omitió el panorama político que experimenta el país norteamericano con el Gobierno de Donald Trump, de retórica antiinmigrante y que busca desechar los programas que permiten a los latinos llevados a EEUU vivir y trabajar.
A esto, se le suma el deseo del magnate neoyorquino de construir un muro en la zona fronteriza con México. Del Toro, así como otros ganadores, no dudaron en incluir esta realidad en sus discursos de aceptación.
"Soy un inmigrante, como muchos, muchos de ustedes, y en los últimos 25 años he vivido en un país que es de todos nosotros: tiene partes de aquí, de Europa, de todas partes, porque creo que lo más maravilloso que se puede hacer -y nuestra industria lo hace- es borrar las líneas en la arena", expresó el cineasta en la gala.
Los mexicanos han sido los que triunfan en la categoría de Mejor dirección en los últimos cinco años, a excepción de 2017, en que Damien Chazelle ganó por "La La Land".
Del Toro se convirtió ayer en el tercer cineasta de México en alzar el Óscar en este aparte. En ese reconocimiento, ya le acompañan Alfonso Cuarón y Alejandro González Iñárritu, que consiguieron la estatuilla entre 2014 y 2016.
"The Shape of Water" también aborda la discriminación racial, los prejuicios contra miembros de la comunidad LGBTI y la inclusión de personas con discapacidad. El filme de Del Toro también fue reconocido como Mejor película, y por su diseño de producción y banda sonora.
Otra película que reconoce la cultura mexicana levantó el Óscar en dos ocasiones ayer. Se trata de "Coco", ambientada en el "Día de los Muertos" y que homenajea las tradiciones de ese país.
La cinta de Disney Pixar, con récords de taquilla en México, ganó en las categorías de Mejor película de animación y Mejor canción original con "Remember Me", que fue interpretada durante la gala por el actor Gael García Bernal, acompañado de la intérprete Natalia Lafourcade y el cantante estadounidense Miguel.
Uno de los compositores de "Remember Me", Robert López, se convirtió ayer en la primera persona en conseguir un segundo EGOT, un acrónimo para referirse a los más importantes reconocimientos de las artes en Estados Unidos: Tony, Emmy, Grammy y Óscar.
Diversidad
La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas además buscaba dejar atrás la imagen de falta de diversidad entre los nominados de los Óscar.
Los últimos escándalos han obligado a la industria a cambiar de una vez por todas. Las mujeres y cineastas afroamericanos lograron candidaturas históricas.
Greta Gerwig, que hizo "Lady Bird", se convirtió en la quinta mujer en la historia de los premios en ser nominada a la categoría de Mejor dirección. Solo una cineasta femenina ha ganado el Óscar en este aparte, Kathryn Bigelow en 2010 con su filme de guerra "The Hurt Locker".
Mientras que Rachel Morrison, responsable de la cinematografía del filme "Mudbound", fue la primera mujer en ser nominada en la categoría de Mejor fotografía.
El cineasta afroamericano Jordan Peele consiguió ayer su primer Óscar por guion original con "Get Out", otra película que aborda la discriminación racial en la sociedad estadounidense.
La ceremonia también brindó un espacio a las víctimas de acoso sexual del productor Harvey Weinstein, que usó todo tipo de recursos legales y monetarios para callarles.
Salma Hayek, Ashley Judd y Annabella Sciorra pusieron el foco en los problemas de diversidad y género que ha enfrentado la industria del entretenimiento desde su nacimiento.
"Queremos asegurarnos de que los próximos 90 años llegan con posibilidades ilimitadas de igualdad, diversidad e inclusión. Eso es lo que este año nos ha prometido", expresó Judd durante la gala.
El discurso más importante de la noche lo brindó la ganadora en la categoría de Mejor actriz, Frances McDormand. La intérprete recordó un término conocido en Hollywood, pero misterioso para el público que disfruta de la ceremonia desde sus casas: "inclusion rider", que hace alusión a una cláusula contractual que obliga a la diversidad racial e igualdad de género en la industria.
"Todas tenemos historias que contar, proyectos que financiar", manifestó la actriz, luego de pedir a las intérpretes nominadas a levantarse, una acción que recibió vítores del público.
"No nos hablen en las fiestas esta noche. Invítennos a sus oficinas en un par de días, o pueden venir a las nuestras. Lo que les funcione mejor y les hablaremos de ellos".
A pesar de ser una noche esperanzadora para los presentes en el Teatro Dolby de Los Ángeles, solo el tiempo mostrará el compromiso de Hollywood para eliminar las barreras e incluir a las minorías en la industria, que necesita de sus historias.