Del primer pesebre al récord Guinness: un viaje por los nacimientos más famosos del mundo
El recorrido inicia en Greccio, Italia, el lugar donde todo comenzó. En 1223, San Francisco de Asís creó el primer nacimiento viviente de la historia, utilizando personas y animales reales dentro de una cueva.
Ciudad de Panamá, Panamá/La esencia de la Navidad gira en torno al nacimiento del niño Jesús, una escena que, desde hace siglos, se representa a través del pesebre o nacimiento, integrado por la Sagrada Familia —Jesús, María y José—, acompañados del buey, el ángel anunciador y la estrella de Belén. Esta tradición, profundamente arraigada en la fe y la cultura, ha trascendido fronteras y se ha transformado en verdaderas obras de arte y patrimonio.
El recorrido inicia en Greccio, Italia, el lugar donde todo comenzó. En 1223, San Francisco de Asís creó el primer nacimiento viviente de la historia, utilizando personas y animales reales dentro de una cueva. En la actualidad, la escena se recrea cada Navidad en la plaza del pueblo con figuras que evocan aquel momento fundacional.
Desde Italia, la tradición se expandió por Europa y el resto del mundo, alcanzando dimensiones monumentales. España es uno de los países que ha llevado el pesebre a otro nivel, particularmente en la ciudad de Alicante, que ostentó el récord Guinness por el Belén con las figuras más grandes del mundo. En esta exhibición, San José alcanza los 19 metros de altura, equivalente a un edificio de cinco pisos; la Virgen María mide 12 metros, similar a un edificio de tres niveles, y el Niño Jesús supera los tres metros, comparable a la altura de un elefante adulto.
El viaje continúa en América Latina, donde la tradición del pesebre viviente también ha hecho historia. Colombia ha sido reconocida en varias ocasiones con el récord Guinness por el pesebre viviente más grande del mundo, primero en Cali y posteriormente en Palmira, Valle del Cauca. Esta representación reúne más de 90 actores, más de 30 escenas bíblicas y se extiende sobre 15 mil metros cuadrados, con un recorrido que supera la hora de duración.
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Otra parada destacada es Quito, Ecuador, donde se exhibe el pesebre más grande de Sudamérica, con un área aproximada de 270 metros cuadrados y cerca de 2 mil figuras antiguas, muchas de ellas con movimiento, lo que convierte la muestra en una de las más impresionantes del continente.
El recorrido culmina en Panamá, específicamente en el Casco Antiguo, donde se conservan dos nacimientos de alto valor histórico, cultural y religioso. El Oratorio San Felipe Neri alberga un Belén permanente compuesto por 723 piezas de origen europeo, provenientes de Italia, España y Francia, restauradas localmente y consideradas un importante legado artístico.
A pocas cuadras, la iglesia de Nuestra Señora de la Merced exhibe un monumental pesebre que representa diversos pasajes bíblicos. Esta obra se ha convertido en una de las principales atracciones culturales y religiosas de la temporada navideña, y en algunos periodos permanece abierta durante todo el año.
Los nacimientos navideños, más allá de su valor religioso, reflejan la identidad, creatividad y tradición de los pueblos, convirtiéndose en puntos de encuentro para la fe, la cultura y la historia.
Con información de Yohany Guevara