La extraña historia del futbolista y su terreno utilizado para una secta

El fútbol nos regala historias sorprendentes, como el que presentaremos a continuación.

Pione Sisto Ifolo Emirmija, futbolista profesional danés que juega como extremo izquierdo en el club danés Midtjylland y también estuvo en una etapa con el futbol español en el Celta de Vigo, y es que hace tiempo su nombre dejo de vincularse con el fútbol, y esta vez vuelve aparecer en los titulares por temas para nada deportivos. 

Y es que hace poco decidió comprar 4,7 hectáreas en Oliveira do Hospital, el cual es un pueblo de aproximadamente 4.400 habitantes que se encuentra ubicado en Coimbra Portugal, pero la función que tienen estas tierras no es algo que se le hubiera ocurrido a cualquier persona.

El exjugador instaló una secta la cual está liderada por un filósofo espiritual, su fin se destina a crear un territorio independiente en dicho país, así lo comunica el medio ‘Visão’. El líder es Água Akhabl Pinheiro, bajo su religión quiere que el Reino do Pineal se convierta en un territorio libre, el cual sea regido por sus propias normas, para lograr su cometido se instaló en las tierras del exfutbolista. 

El líder de la secta menciona que en 2023 se producirá “un gran reinicio” en todo el mundo y aquellos que entren al Reino serán los únicos en sobrevivir, de esta forma es como pide a su comunidad que siga creciendo antes de la llegada de la fecha.

Hablemos un poco del porque Sisto ya no forma parte del mundo del fútbol, y es que durante la temporada 2022, jugo para su país, FC Midjtylland, de Dinamarca, donde se formó como futbolista, pero así mismo fue apartado debido a “problemas disciplinarios”, el comunicado que se llegó a dar en ese momento fue, “Ha sido difícil comunicarse con Pione, y por lo tanto hemos tenido que tener un diálogo con su entorno, que también ha sido difícil. No hemos podido ver ningún avance y lo lamentamos. Pero la cultura y el conjunto de valores es lo más importante en el club”.

No se sabe si es coincidencia o es que el jugador es de esta forma, pero en su estancia en España cuando participó en el Celta de Vigo, sus padres entraron y protagonizaron un ritual indígena para darle suerte, además de eso que el club se pronunció ante la mala dieta a la que se estaba sometiendo el entonces jugador. 

La cereza que terminó de decorar el pastel fue, que en pleno apogeo del COVID-19, el futbolista se marchó en su coche, saltándose todas las normas sanitarias, sin darle conocimiento de este hecho al Celta, condujo hasta Dinamarca mientras estaba en transmisión por sus redes sociales, su motivo, “necesitaba volver a casa”.