Chifeando el Tranque
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Desde malentendidos con colegas y seres queridos hasta fallas tecnológicas y confusiones en viajes. Aunque se trata de un fenómeno astronómico, su impacto es ampliamente reconocido dentro de la astrología, donde se le atribuye influencia directa en áreas clave como la comunicación, el pensamiento y las relaciones interpersonales.
Desde el punto de vista astronómico, Mercurio retrógrado es un efecto óptico que ocurre cuando el planeta parece moverse en dirección contraria a su órbita normal, visto desde la Tierra. Esta ilusión sucede varias veces al año debido a las distintas velocidades orbitales entre ambos planetas.
Sin embargo, en términos astrológicos, la retrogradación de Mercurio tiene un significado mucho más profundo. Se cree que, al “retroceder”, el planeta altera su influencia sobre los asuntos que rige: la comunicación, la lógica, los viajes, la firma de contratos y la tecnología. Y esto, aseguran los astrólogos, puede generar desde mensajes malinterpretados hasta reapariciones inesperadas del pasado.
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Actualmente vivimos el tercer Mercurio retrógrado del año, que inició el 17 de julio de 2025 y se extenderá hasta el 10 de agosto de 2025. Este periodo, de 24 días, coincide con una etapa en la que se recomienda especial precaución en decisiones importantes.
Además, se avecinan otros dos períodos de retrogradación en 2025:
A lo largo de los años, millones de personas han reportado vivencias similares durante estos tránsitos. Según los astrólogos, los efectos más frecuentes incluyen:
Aunque este fenómeno no se puede evitar, los expertos en astrología recomiendan estrategias para sobrellevarlo de la mejor forma:
Mercurio retrógrado no necesariamente debe vivirse como una etapa negativa. Para muchas personas, este ciclo representa una oportunidad para reevaluar, cerrar ciclos y mirar hacia adentro. Como dijo un conocido astrólogo: “No es el fin del mundo, es un llamado a revisar cómo lo estamos habitando”.
Así que si últimamente ha tenido discusiones inesperadas, su celular dejó de funcionar sin razón o un amor del pasado reapareció sin previo aviso, no está solo. Puede que Mercurio tenga algo que ver.