Raphael, quien desafió a la muerte dos veces, elegido 'Persona del Año' en los Latin Grammy
El artista vuelve a ocupar el centro de la escena internacional.
Este 13 de noviembre, el legendario intérprete español despertó con un reconocimiento que solo reciben quienes han marcado para siempre la historia de la música: el premio Persona del Año, otorgado por la Academia de los Grammy Latinos. Aunque la gala principal se celebra este jueves, el homenaje especial tradición que antecede a la ceremonia tuvo lugar el miércoles 12 de noviembre, en un evento cargado de emoción y memoria.
A sus 82 años, Raphael no solo suma galardones; también suma batallas ganadas contra circunstancias que para muchos habrían significado el fin de una carrera. Pero él no pertenece a ese grupo. Como suele repetir con firmeza, “mi madre me parió para ser artista”, una afirmación que adquiere un peso especial al revisar los episodios que han marcado su salud y su trayectoria. Y es que, como él mismo ha dicho, su mayor victoria en la vida ha sido “imponerme a la muerte”.
El episodio más reciente que lo obligó a detenerse ocurrió en diciembre de 2024. Raphael estaba a punto de iniciar una gira y, además, debía aparecer en uno de los programas de televisión más vistos en España. Sin embargo, esa noche todo cambió: sufrió un “fallo cerebrovascular” que requirió una hospitalización inmediata y varios días de observación médica.
Lejos de rendirse, el cantante demostró una vez más su disciplina férrea. Para abril de 2025 ya estaba completamente recuperado y declaraba estar listo para volver al escenario, fiel a la frase que lo define y que cumple como un destino: su madre realmente lo parió para ser artista. Desde entonces, su 2025 ha sido un año de intensa actividad: conciertos, reencuentro con el público y ahora, el reconocimiento más prestigioso de la industria latina.
Pero la historia de Raphael y su lucha por la vida no comenzó ahí. Más de dos décadas atrás, el artista enfrentó una crisis aún más delicada. Tras años de adicción al alcohol, sin haber dimensionado por completo los efectos acumulados, su hígado colapsó en 2003. El diagnóstico fue contundente: necesitaba un trasplante para sobrevivir.
Su situación quedó registrada en el documental Raphaelísimo, disponible en México a través de ViX. Allí se relata cómo ingresó a la lista de espera para un trasplante, solo para descubrir que el tiempo jugaba en su contra. La lista era demasiado larga; incluso estando en prioridad, era improbable que un hígado compatible llegara a tiempo.
Entonces surgió una alternativa poco convencional y arriesgada. El reconocido médico Enrique Moreno lideraba un proyecto experimental basado en trasplantar órganos infectados a pacientes que ya habían padecido la misma enfermedad, lo que aumentaba la probabilidad de aceptación del órgano gracias a los anticuerpos presentes en el cuerpo.
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En el caso de Raphael, la enfermedad era hepatitis. Así, tomó una de las decisiones más difíciles de su vida: aceptar un hígado infectado con hepatitis como única vía para sobrevivir. El procedimiento fue exitoso y se convirtió en un precedente médico y humano. Contra toda expectativa, Raphael volvió a cantar, grabar y girar por el mundo.
Hoy, el premio Persona del Año no solo celebra una trayectoria artística impecable, sino también una historia personal marcada por resiliencia, riesgo y determinación. Raphael no solo ha cantado durante seis décadas; ha demostrado una y otra vez que su relación con la vida es una negociación continua, marcada por valentía y reinvención.
Su legado, que él defiende con la misma fuerza con la que se levantó de sus dos grandes batallas médicas, queda ahora grabado también en la historia de los Grammy Latinos. Y, como él mismo afirma, imponerse a la muerte no ha sido su final feliz: ha sido su punto de partida.