Taylor Swift enfrenta demanda millonaria por presunto plagio en sus canciones

La artista de Florida Kimberly Marasco ha presentado una demanda contra la Swift y su productora, alegando que varias canciones de los álbumes Lover (2019), Folklore (2020) y Evermore (2020) contienen elementos extraídos sin permiso de sus propias obras. Marasco exige una compensación superior a los 7 millones de dólares, según informó Newsweek.

Marasco sostiene que sus textos, entre ellos los poemas Fallen From Grace y Dealing with Chronic Illness: Vestibular Neuritis, fueron utilizados sin su autorización en composiciones de Swift. Asegura que descubrió las supuestas similitudes en 2024 tras ver la película Eras Tour, lo que la llevó a examinar el catálogo de la cantante y encontrar coincidencias con sus escritos.

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Según la demanda, sus obras estaban disponibles en plataformas de autopublicación y habían sido registradas legalmente, lo que, a su juicio, respalda su reclamo. Marasco afirma que tomará acciones legales adicionales si la querella no prospera, informó Hindustan Times.

Los abogados de Taylor Swift, Aaron S. Blynn y Katherine Wright Morrone, han solicitado la desestimación del caso, argumentando que la demanda fue presentada fuera del plazo permitido por la ley de derechos de autor en EE. UU., que establece un límite de tres años desde que se tuvo conocimiento de la presunta infracción.

“Dado que la demanda se interpuso en abril de 2024, Marasco solo podría alegar infracción por obras descubiertas después de abril de 2021”, detallaron los abogados en documentos judiciales citados por Hindustan Times.

Además, el equipo legal de Swift sostiene que Marasco no ha presentado pruebas de que la cantante o su equipo tuvieran acceso a sus textos antes de la creación de las canciones en cuestión. En casos de derechos de autor, demostrar que la parte demandada tuvo acceso directo a la obra es un factor clave para sustentar la acusación, explicó Newsweek.

Expertos en propiedad intelectual citados por Newsweek señalan que los tribunales exigen pruebas contundentes de que una obra fue copiada directamente y no simplemente inspirada en temas o frases comunes en la música y la literatura. En este tipo de litigios, el estándar para probar una infracción de derechos de autor es alto y muchas demandas similares han sido desestimadas en el pasado.

Hasta el momento, el juez Aileen Cannon, quien ya ha manejado casos mediáticos como el de los documentos clasificados de Donald Trump, ha descartado la querella contra Swift de manera individual por haber sido presentada fuera de tiempo, pero la demanda contra Taylor Swift Productions, Inc. sigue en curso.