Redes sociales: nuevo detonante de adicciones masivas, según expertos alemanes
Una reciente investigación realizada en Alemania lanza una seria advertencia.
Las redes sociales, los videojuegos y las plataformas digitales se han convertido en un peligro de adicción aún más extendido y severo que las drogas o el alcohol.
“Nos enfrentamos a un tsunami de trastornos de adicción entre los jóvenes que creo que estamos subestimando por completo”, afirmó Rainer Thomasius, director médico del Centro Alemán de Investigación de Adicciones en la Infancia y la Adolescencia del Hospital Universitario de Hamburgo-Eppendorf (UKE). Aunque el especialista se refirió inicialmente a los menores, la realidad demuestra que el fenómeno no distingue edades: tanto niños como adultos muestran patrones de consumo de medios digitales que despiertan serias preocupaciones.
El estudio, desarrollado conjuntamente por el UKE y la aseguradora médica DAK, reveló que los síntomas de uso arriesgado o patológico de redes sociales afectan a una parte significativa de la población, con tasas que superan entre cinco y cincuenta veces las de consumo riesgoso de sustancias como el alcohol o el cannabis.
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“Las tasas de uso problemático de los medios de comunicación son entre cinco y cincuenta veces superiores a las de uso riesgoso de cannabis o alcohol en este grupo de edad”, destacó Thomasius en su análisis.
Una de las revelaciones más preocupantes es que, aunque las redes sociales no afectan directamente el sistema nervioso central como las drogas tradicionales, el efecto que provocan en el cerebro es similar: estimulan los centros de recompensa, generando una búsqueda compulsiva de gratificación inmediata.
“Se busca cada vez más lo mismo y se pierde el control”, advirtió Thomasius. Este patrón de consumo, donde se prioriza la interacción digital sobre otras actividades esenciales, “lleva a descuidar otras áreas de la vida” como el trabajo, los estudios, las relaciones personales o incluso el bienestar físico.
La exposición constante a estímulos en línea, notificaciones, ‘likes’, mensajes instantáneos, alimenta un ciclo adictivo que puede ser difícil de romper, afectando el rendimiento académico, profesional y emocional de las personas en distintos ámbitos de la vida.
Reconocer los síntomas de un uso patológico de las redes sociales puede resultar complejo. “Un síntoma temprano típico es una disminución del rendimiento escolar y una disminución del interés en las tareas”, explicó Thomasius, extendiendo esta observación al rendimiento en cualquier contexto de responsabilidad, no solo en menores de edad.
Lo alarmante, según el estudio, es la falta de estrategias efectivas de prevención. “Es un hallazgo realmente aterrador”, lamentó Thomasius, refiriéndose a la inacción de muchas familias, empresas e instituciones que no imponen límites de consumo ni supervisan el contenido digital al que se exponen sus miembros.
La investigación pone de manifiesto la necesidad urgente de establecer políticas públicas, programas de educación digital y campañas de concienciación para toda la población. El uso saludable de las tecnologías debe ser promovido no solo en niños y adolescentes, sino también en adultos, quienes a menudo replican y normalizan patrones de consumo excesivo.
En un mundo cada vez más hiperconectado, comprender los mecanismos adictivos de las redes sociales y sus riesgos asociados será esencial para proteger la salud mental colectiva y garantizar un equilibrio real entre el mundo digital y la vida diaria.
