Agricultores aplican nuevas tecnologías para adaptarse al clima
Los agricultores han encontrado en la tecnología y la naturaleza nuevos "aliados" para adaptarse a las condiciones locales del clima y el ambiente, aunque las diferencias entre países son notorias cuando hay que elegir entre ellos.
En una extensa finca próxima al aeropuerto de Fiumicino, a las afueras de Roma, últimamente las lluvias han pasado de caer a lo largo del otoño y el invierno a concentrarse en unos pocos días, impidiendo al suelo absorber la cantidad de agua que necesita.
Con vistas a evitar la contaminación de la tierra, los propietarios de la empresa agrícola se han decantado por emplear un sistema que recoge todas las aguas utilizadas y las conduce hacia unas bolsas permeables que garantizan su evaporación natural.
Allí las sustancias impuras empleadas en el tratamiento de las plantas quedan reducidas a una cantidad mínima, que se limpia para que no pueda contaminar los recursos, explica a Efe uno de los dueños, Beniamino Tiozzo.
"Hay quien abusa de la agricultura y quien hace cosas inteligentes", destaca este agricultor italiano mientras defiende esta opción, que disminuye los costes de retención y eliminación de residuos.
Su sobrino Stefano, que también dirige el negocio familiar, agrega que también emplean plantas de la zona para controlar el número de insectos que se posan sobre ellas.
"Esos insectos son los que nos dicen si debemos intervenir o no en la agricultura de alguna forma", sostiene, en referencia al uso racionalizado de herbicidas orgánicos para prevenir pestes.
Estos productores también confían en el trabajo de las abejas como polinizadores de los cultivos, para lo que han colocado una serie de colmenas en las inmediaciones aumentando su actividad.
En los invernaderos, mientras, existe un "acolchado ecológico" formado con películas de plástico biodegradable que evita el estancamiento del agua y la aparición de malas hierbas.
Los italianos muestran así sus nuevas técnicas a un batallón de expertos llegados de otras partes del mundo para participar en Roma en un foro sobre agricultura "inteligente" frente al clima.
Se someten a todo tipo de preguntas que denotan un interés por incrementar la eficiencia de las prácticas agrarias en países en desarrollo tan diversos como Vietnam o Sudáfrica.
El jefe de Producción Sostenible del Ministerio de Agricultura de Costa Rica, Roberto Azofeifa, destaca los intentos por mejorar la gestión del agua y por servirse de la biodiversidad a través de los insectos polinizadores.
A pesar de que en su país los agricultores suelen poseer muchas menos hectáreas que en el caso de la compañía italiana, explica que también ellos han desarrollado técnicas para la limpieza y el reciclaje del agua.
"Nosotros utilizamos la cosecha de lluvia, que es recoger la lluvia que cae en los techos para alargar los periodos de siembra y de cosecha", afirma el responsable, que insiste en que no hace falta invertir demasiado para tener grandes rendimientos económicos con tecnologías sencillas como, por ejemplo, el riego por goteo.
Cada país tiene sus preferencias y, en ese intercambio de experiencias, la experta en recursos naturales de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) Astrid Agostini considera útil "escuchar a los agricultores y entender su historia y los criterios para decidir qué métodos aplican".
No se trata solo de mitigar o adaptarse a los efectos del cambio climático en las zonas más afectadas por sequías o inundaciones.
"La agricultura no se limita a la gestión de fenómenos extremos, sino que también es la forma de adaptar los sistemas para lograr una mejor alimentación, más productividad y sostenibilidad a medida que el clima va cambiando con el tiempo", apunta.
Por eso, reitera, la agricultura "inteligente" no es otra cosa que un enfoque que permite encontrar soluciones apropiadas a nivel local frente al cambio climático, teniendo en cuenta que "la agricultura es siempre muy local".