Repetición: Jelou!
En vivo
La estudiante de ciencias biomédicas de 32 años, quien falleció sola en su apartamento en Melbourne, Australia, tras sufrir una sobredosis de cafeína y esperar siete horas por una ambulancia que nunca llegó a tiempo.
El suceso ocurrió en abril de 2021, cuando Lackmann, sintiéndose mareada y con entumecimiento, llamó al número de emergencias (000) solicitando ayuda médica urgente. Sin embargo, su caso fue clasificado como no urgente, lo que significó que su atención quedaba en manos de un RSTP (paramédico o enfermero de respuesta secundaria). Todos los disponibles estaban ocupados en ese momento, y su solicitud fue rechazada.
Según el reporte de 9News, un RSTP intentó devolver la llamada a Lackmann 26 minutos después de la llamada inicial. Realizó tres intentos sin éxito, y posteriormente se enviaron 14 intentos de contacto más, incluyendo un mensaje de texto a las 8:17 p.m. informando que Ambulance Victoria estaba intentando localizarla.
En dos ocasiones, entre las 9:14 p.m. y la 1:46 a.m., se asignaron paramédicos para atenderla, pero ambas veces fueron redirigidos a casos de mayor prioridad. La ambulancia finalmente llegó al domicilio a las 2:23 a.m., después de que un vecino facilitara el ingreso al edificio y otro ayudara al personal a acceder al balcón del apartamento.
Cuando los paramédicos ingresaron, Christina Lackmann ya había fallecido en el baño. A su lado, su perro seguía ladrando desesperadamente.
De acuerdo con la forense Catherine Fitzgerald, Christina podría haber sobrevivido si los servicios de emergencia la hubiesen atendido antes. La forense también concluyó que su llamada debió haber sido derivada a un profesional sanitario, decisión que pudo marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Te puede interesar: La multimillonaria inesperada, Jami Gertz, superó a Taylor Swift y Tom Cruise con su imperio
Te puede interesar: Al Pacino hace historia en el Vaticano en su reunión con el Papa León XIV ¿Qué pasó?
Aunque Lackmann no mencionó durante la llamada haber ingerido cafeína, se descubrió que había recibido cápsulas de cafeína ese mismo día. El informe médico indicó una concentración extremadamente alta de cafeína en sangre y en el estómago.
El profesor asociado Narendra Gunja, especialista en toxicología, explicó que si durante la llamada se le hubiese consultado sobre medicamentos ingeridos, probablemente habría recibido tratamiento adecuado con antídotos y hemodiálisis.
“Si se hubieran seguido estas estrategias de tratamiento, Gunja consideró probable que Christina hubiera sobrevivido, incluso con una gran sobredosis de cafeína”, señala el expediente judicial.
La muerte de Christina Lackmann ha generado una ola de críticas hacia el sistema de emergencias de Victoria, y pone nuevamente en el centro del debate la capacidad de los servicios para priorizar correctamente las llamadas médicas urgentes.
El informe concluye que su caso fue subestimado, mal manejado y que su fallecimiento podría haberse evitado. La tragedia de Christina ha reavivado las demandas de reformas urgentes en los protocolos de respuesta y en la evaluación de síntomas, especialmente cuando los pacientes no pueden describir con precisión su situación clínica.