El volcán Nyiragongo sigue rugiendo y Goma está sumida en la angustia
Los violentos temblores de tierra siguen sintiéndose este martes en Goma, ubicada al pie del volcán Nyiragongo, al este de la República Democrática del Congo (RDC), donde la población, angustiada, teme una nueva erupción.
El balance de pérdidas humanas tras esta inesperada erupción del sábado llega ya a 32 muertes, según las autoridades locales. Siete de las víctimas fallecieron asfixiadas por vapores tóxicos el lunes, cuando caminaban sobre el flujo de lava.
Según una evaluación conjunta, entre 900 y 2.500 viviendas fueron arrasadas por la lava, indicó a la AFP Raphaël Ténaud, subdirector de la delegación de la Cruz Roja Internacional (CICR) en Goma. Esto implica que unas 5.000 personas han quedado sin hogar, dijo.
Este martes, al igual que la víspera, los terremotos continuaban sacudiendo la región cada diez o veinte minutos.
Debido a la violencia de los temblores de tierra, un edificio de tres plantas se derrumbó parcialmente y al menos siete personas resultaron heridas graves, según la policía local. Además, una grieta de pocos centímetros de ancho pero de varios centenares de metros de longitud, fisuró el suelo en la zona oeste de la ciudad. Posteriormente se detectó otra grieta de unos 100 metros de longitud cerca del aeropuerto (noreste de la ciudad), alimentando aún más la psicosis colectiva.
"La situación es confusa en la ciudad, la gente duda. Están aquellos que regresan, aquellos que vuelven a irse. El miedo continúa", resumió un habitante, angustiado.
Miles de personas salieron de la ciudad tras la entrada en erupción del volcán, pero una parte había regresado el lunes. Cuando el volcán comenzó a expulsar lava se formaron dos ríos, uno de los cuales llegó a los suburbios de Goma, donde se detuvo el domingo por la mañana.
Además, muchas fachadas y paredes de casas se han agrietado desde entonces. "Los muros de mi hogar tienen fisuras", señaló, preocupado, otro vecino.
"Vivimos todos con el miedo a una nueva erupción", confió a la AFP el responsable local de una organización internacional.
Escasez de agua potable
"Los temblores son muy fuertes. Todos dormimos al raso bajo mosquiteros, y varios vecinos también porque temen que sus casas se derrumben. Aparecieron grietas en las paredes de nuestra oficina", añadió esta fuente.
El RSM, el organismo púbico encargado de la vigilancia sísmica en la vecina Ruanda, registró una decena de sismos de una magnitud de entre 2,6 y 3,3 en la zona este martes entre las 08h00 y 10h00 locales (06h00 a 08h00 GMT).
Durante la noche, se produjo un temblor de magnitud 4,3 con epicentro en el lago Kivu, según el RSM.
El gobierno, que el lunes de mañana envió una importante delegación ministerial a Goma, reiteró sus llamados a la "vigilancia" y pidió a la población que "escuche" las recomendaciones de las autoridades provinciales.
Éstas consideran que las prioridades son vigilar al volcán, mantener el orden en la ciudad y la ayuda humanitaria a los damnificados.
"El problema más urgente es el agua", según el experto, ya que una parte de la ciudad se ve privada del agua potable debido a la destrucción parcial por la lava de una planta depuradora.
Además, la carretera entre Goma y Butembo, importante eje regional para hacer llegar suministros, está cortada en más de un kilómetro debido al volcán.