Alto tribunal francés censura la reintroducción de un criticado pesticida
Los legisladores de izquierda llevaron la ley ante el Constitucional, al considerarla contraria al principio de precaución inscrito en la Carta del Medio Ambiente y estimar que se limitó el debate parlamentario.
Francia/El Consejo Constitucional de Francia censuró este jueves la reintroducción de un controvertido pesticida en el marco de una ley para apaciguar las protestas agrícolas, cuya derogación reclamaron ya más de dos millones de personas.
El 8 de julio, los legisladores adoptaron la llamada "ley Duplomb" que autorizaba de nuevo el uso de la acetamiprid, un plaguicida conocido por su toxicidad para los polinizadores, como las abejas.
Esta ley busca contentar a los principales sindicatos agrícolas de Francia, que protagonizaron duras movilizaciones en 2024 para protestar por su situación y contra el acuerdo comercial entre la Unión Europea y los países del Mercosur.
Los legisladores de izquierda llevaron la ley ante el Constitucional, al considerarla contraria al principio de precaución inscrito en la Carta del Medio Ambiente y estimar que se limitó el debate parlamentario.
Aunque el consejo de "sabios" validó el trámite parlamentario, sí censuró la reintroducción a título derogatorio de este insecticida neonicotinoide, prohibido desde 2018 pero autorizado en otros lugares de Europa hasta 2033, indicó en un comunicado.
El Consejo justifica su decisión en que la ley prevé su uso para todos los sectores agrícolas, más allá de los que lo reclaman, para todo tipo de uso, incluso aquellos que presentan riesgos, y sin período transitorio delimitado.
La decisión supone un revés para los productores de remolacha azucarera y de avellanas que reclaman usar este producto potencialmente tóxico para la salud humana, al subrayar la falta de alternativas ante plagas y su uso en otros países.
El alto tribunal valida otras medidas como la creación de megaembalses para riego y las facilidades para ampliar o crear edificios de ganadería intensiva, a las que se oponen también los partidos de izquierda y las asociaciones ecologistas.
Más de dos millones de personas --una cifra récord-- firmaron hasta ahora una petición en el sitio web de la Asamblea Nacional (cámara baja), impulsada por una estudiante de 23 años que reclama la derogación de la ley.
Esto podría dar lugar a un debate, sin votación, sobre esta ley que todavía no entró en vigor. Pero sus opositores piden al presidente francés, Emmanuel Macron, que la someta a una "nueva deliberación" en el Parlamento.