Filipinas deportará a un profesor australiano por participar en protestas

Presidente filipino Duterte  es una figura controversial por su métodos de trabajo.
Presidente filipino Duterte es una figura controversial por su métodos de trabajo. / AFP
Efe
09 de agosto 2018 - 06:32

Filipinas ha negado la entrada al profesor australiano Gill Boehringer, de 84 años, ya que lo considera una "amenaza para el orden público" por participar en protestas contra el Gobierno.

"Fue excluido por estar en la lista negra", informó hoy en un comunicado la portavoz de la Oficina de Inmigración de Filipinas, Dana Krizia Sandoval.

Las autoridades migratorias negaron ayer la entrada a Boehringer, exprofesor de derecho en la Universidad Macquarie de Sidney, cuando llegó al aeropuerto internacional de Manila procedente de la china Guangzhou.

Boehringer figura en la "lista negra" desde el año pasado tras recibir la Oficina de Inmigración un informe de los servicios de espionaje que recomendaba su inclusión porque aquel había participado en una concentración en noviembre de 2015, durante el mandato del presidente Benigno Aquino.

"Es una clara violación de la normas migratorias que prohíben a los extranjeros participar en actividades políticas en Filipinas", explicó Sandoval.

La portavoz aclaró que "el sujeto es una amenaza para el orden público y la seguridad" pero que tiene derecho a recurrir la decisión y salir de la lista si presenta "suficientes pruebas".

La ONG defensora de los derechos humanos Karapatan denunció la situación de Boehringer y consideró que la decisión de impedirle entrar en Filipinas muestra "las debilidades del Gobierno, que está a la defensiva y asustado".

La organización explicó que Boehringer, casado con una filipina, viaja al país con frecuencia y se ha convertido en un defensor de los derechos de los pueblos indígenas del país.

El caso recuerda al de la monja australiana Patricia Fox, de 71 años, declarada "indeseable" por haber participado en protestas contra el actual presidente, Rodrigo Duterte, y criticar su polémica guerra contra las drogas y el establecimiento de la ley marcial en Mindanao.

Fox, madre superiora de la congregación católica de Notre Dame de Sion y misionera en Filipinas durante los últimos 27 años, recurrió ante la Justicia su deportación y de momento permanece en el país, a pesar de que Duterte la ha declarado abiertamente su enemiga.

Filipinas expulsó en julio a tres misioneros metodistas -el zimbabuense Tawanda Chandiwana, la malauí Miracle Osman y el estadounidense Adam Thomas Shaw- por su supuesta vinculación con grupos políticos de izquierdas.

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