Corea del Sur otorga visados humanitarios a 339 yemeníes que pedían asilo

El Ministerio de Justicia surcoreano anunció este 17 de octubre que ha otorgado visados de residencia humanitarios a 339 yemeníes que habían pedido asilo, un polémico caso que generó rechazo en muchos ciudadanos del país asiático contrarios a que se les acogiera.

En total, 481 ciudadanos de Yemen, país asolado por la guerra desde 2015, habían solicitado asilo al llegar a la isla de Jeju a principios de año aprovechando que esta región (a diferencia del resto del país) concede un visado automático de 90 días a los visitantes para potenciar el turismo.

Los 339 permisos de residencia humanitarios se unen a otros 23 que ya se concedieron el mes pasado.

En ninguno de los casos se ha concedido asilo, mientras que 34 de las solicitudes han sido rechazadas y 85 están aún pendientes de tramitación, según ha explicado el ministerio en un comunicado.

El visado de residencia humanitario, que tiene un año de validez y está sujeto a renovación, se concede a aquellos solicitantes de asilo que no cumplen los criterios que la Administración surcoreana establece para conceder el estatus de refugiado.

Los permisos se han concedido porque la gran mayoría de solicitantes encaraban situaciones de riesgo en caso de deportación ante "la grave situación en Yemen por la guerra civil", según el comunicado.

Impacto de la llegada

Tras su llegada a Corea del Sur los más de 400 yemeníes han permanecido en Jeju, que ha decidido retirar a Yemen de la lista de países a los que la isla concede visado de entrada automático para evitar más llegadas.

El caso generó en junio una petición online dirigida al Gobierno que sumó casi 715,000 firmas de surcoreanos planteando abolir o enmendar la ley migratoria para evitar situaciones como la de los yemeníes en la isla de Jeju.

La campaña online esgrimía las "diferencias culturales" o el impacto que supondría para la isla (de más de 600,000 habitantes) el tener que acoger de golpe a medio millar de solicitantes de asilo y ha sacado a relucir el rechazo que genera la inmigración en buena parte de la opinión pública surcoreana.

A esto se unen los escasos recursos con que Corea del Sur ha contado hasta ahora para gestionar solicitudes de asilo y el hecho de que apenas ha concedido el estatus de refugiado a 792 personas de las 32,733 (apenas el 2,4 %) que lo han solicitado desde 1994.