Solo el excoronel salvadoreño Montano será juzgado por muerte de 5 jesuitas
El excoronel y exviceministro de Defensa salvadoreño Inocente Montano será el único acusado en el juicio que comenzó este lunes en España por la matanza de cinco jesuitas españoles cometida en El Salvador en 1989, ya que el tribunal declaró prescritos los hechos en el caso del exteniente René Yusshy Mendoza en esta primera sesión.
La Audiencia Nacional de España estimó así la petición de la defensa de Yusshy Mendoza de declarar extinguida su responsabilidad penal del exoficial y miembro del batallón Atlácatl, el grupo considerado ejecutor de los asesinatos, cuya condición pasa ahora a ser la de testigo y declarará el próximo 7 de julio presencialmente.
De esta manera, Montano queda como único acusado en el procedimiento, para quien la Fiscalía española pide 150 años de prisión por los cinco asesinatos, entre ellos el de Ignacio Ellacuría, que era entonces rector de la Universidad Centroamericana (UCA) e ideólogo de la Teología de la Liberación.
Por el contrario, la Fiscalía había solicitado para Yusshy Mendoza una pena de un año por cada una de las cinco víctimas, al aplicarle la eximente incompleta de miedo insuperable y dos atenuantes por confesión y por haberse ofrecido a reparar el daño, en correspondencia a su "muy" activa colaboración con la Justicia.
Arrepentido y reinsertado
Antes de que así lo decidiera el tribunal, la petición de Yusshy Mendoza de considerar prescritos los delitos había sido respaldada por todas las partes. Su defensa recordó que ya fue encarcelado en el país centroamericano hasta 1993, cuando la Ley de Amnistía lo puso en libertad.
El letrado explicó que "el plazo de prescripción vence a los 20 años" y que contra Yusshy Mendoza "no se dirigió el procesamiento hasta 2011", sin que previamente existiera querella, denuncia o escrito de parte contra él, además de mencionar que los jesuitas salvadoreños y el actual rector de la UCA destacan su colaboración estos años.
La Fiscalía española reconoció que "ya han pasado sobradamente esos 20 años" y que, por tanto, "procede declarar prescritos los delitos".
Las acusaciones apoyaron el planteamiento del Ministerio Público, tras argumentar que el antiguo militar "está reinsertado, tiene trabajo, no ha vuelto a delinquir, desde 2012 mostró su arrepentimiento y gracias a su colaboración se tienen elementos probatorios". Y además, subrayaron, "pidió y recibió perdón".
El excoronel Montano, que llevaba una mascarilla como todos los presentes en la vista oral, siguió esta primera sesión casi sin pestañear desde el banquillo de los acusados, en tanto que el exteniente lo hizo desde el Consulado salvadoreño.
Testigo clave
El juicio se reanudará el miércoles próximo con la declaración del ya septuagenario Montano, en prisión provisional desde 2017, tras ser entregado por EEUU a España, y ya único acusado en el procedimiento.
De hecho, la nueva condición de testigo de Yusshy Mendoza dibuja un nuevo panorama en el devenir del juicio, toda vez que su interrogatorio, ahora obligado a decir la verdad, se antoja clave contra Montano.
El excoronel es el único procesado puesto a disposición de la Justicia española, después de que las autoridades salvadoreñas denegaran las órdenes de extradición de una veintena de exmilitares acusados de participar en el diseño y ejecución de los asesinatos.
La madrugada del 16 de noviembre de 1989, en medio de la mayor ofensiva insurgente registrada durante la guerra civil salvadoreña (1980-1992), un comando de soldados de elite ejecutó a los religiosos en el campus de la Universidad Centroamericana.
Los jesuitas asesinados fueron los españoles Ignacio Ellacuría, Segundo Montes, Ignacio Martín-Baró, Amando López y Juan Ramón Moreno. También lo fueron junto a ellos los salvadoreños Joaquín López (sacerdote), la empleada doméstica de la universidad Julia Elba y su hija menor Celina Mariceth Ramos.