Disidencia cubana no logra nominar candidatos a concejales

Tres organizaciones opositoras cubanas que se habían propuesto nominar cerca de 550 candidatos independientes a concejales en las elecciones municipales del 26 de noviembre fracasaron en su propósito, admitieron este lunes sus directivos.

"Ninguno ganó la nominación por la intervención de la policía política fundamentalmente, no solamente por la detención de las personas que se iban a postular, sino por su presencia proactiva en las asambleas", dijo a la AFP Julio Antonio Aleaga, de la agrupación Candidatos por el Cambio.

El proceso de postulación que terminó el 2 de noviembre se hace en asambleas de barrio, donde se proponen y aprueban a mano alzada los candidatos a delegado (concejal).

Según la Comisión Electoral, se realizaron 60,870 propuestas para nominar 27,221 candidatos, entre los que se escogerán los 12,515 delegados en voto directo y secreto el día 26.

La plataforma Otro 18 buscaba postular a 182 opositores, la agrupación Candidatos por el Cambio promovió a 306 y el Partido Autónomo Pjnero 60.

Este es el inicio de un proceso electoral, primero municipal y luego general, que debe concluir con febrero de 2018 con la elección de un nuevo Parlamento y un presidente, que sustituirá a Raúl Castro.

"Ahora mismo, en la situación que está el país, un posible cambio de gobierno, era muy difícil, porque además se vive en una dictadura, era muy difícil que pudieran ganar los candidatos independientes", opinó Aleaga.

Según Manuel Cuesta Morúa, de Otro 18, "no pudieron nominarse porque las autoridades desplegaron una batería de actos violatorios en todos los casos de la Ley Electoral y de la Constitución, que impidieron que estas personas pudieran ser nominadas".

Citó detenciones temporales, procesamientos jurídicos por diferentes causas, intimidaciones, cambios de fecha y hora de las asambleas y otras "artimañas".

El intento de cambiar la situación política cubana participando en el juego electoral oficial es rechazada por parte de la disidencia.

"La oposición se divide ahora muy claramente en los que no creen en el proceso electoral y los que creen que se debe participar en los procesos electorales como forma de modernizar el país", dijo Aleaga.

Pero ambos dirigentes sostienen que a pesar del fracaso en nominar, el hecho de participar significa avances.

"No es necesariamente una derrota de la estrategia, porque para nosotros la estrategia tenía tres puntos fundamentales: primero legitimarnos frente a la ley, luego frente a la sociedad y tres, obviamente, tratar de lograr que algún candidato pudiera competir", dijo Cuesta.