Donald Trump cada vez más aislado, manifestaciones en Boston
Donald Trump anunció este sábado 19 de agosto que no concurriría a la entrega de premios artísticos más prestigiosos de Washington, última señal de su creciente aislamiento tras una de las semanas más desastrosas de su joven presidencia.
Declaraciones de indignados dirigentes de su propio Partido Republicano, ola de defecciones entre sus asesores económicos y desaires de grandes nombres de la cultura: persiste el profundo malestar por las ambiguas palabras del presidente estadounidense sobre la violencia racista en Charlottesville, donde un simpatizante neonazi mató a una mujer.
En ese tenso contexto al mediodía de este sábado se organizó un mitin en Boston, oficialmente en favor de la libertad de expresión pero que congrega a militantes de extrema derecha, en tanto miles de manifestantes antiracismo marchaban hacia el centro de la ciudad, en un punto cercano a la reunión de los grupos conservadores.
Las autoridades de esa ciudad universitaria del noreste de Estados Unidos temen excesos y extremaron precauciones: prohibieron el porte de armas en el área y dijeron que no permitirían que la marcha de los supremacistas blancos se extendiera más allá de lo previsto.
La contramanifestación de los grupos de izquierda ya reunía a miles de personas al final de la mañana, algunos portando pancartas en las que se leía "No hay lugar para el odio" y "Váyanse, nazis".
"El discurso imperante llevó todo esto a otro nivel y eso es lo que nos preocupa", declaró este viernes el jefe de Policía de Boston, William Evans, a propósito del debate sobre la extrema derecha y la violencia racista que cobra vida en Estados Unidos desde los episodios de Charlottesville. "Jamás he visto tanta gente que busca la confrontación", destacó durante una conferencia de prensa.
División
Es justamente "el discurso (de la administración Trump) que alimenta la división" al que se refirió la coreógrafa estadounidense Carmen de Lavallade para rechazar la invitación a una recepción en la Casa Blanca organizada para entregar el 3 de diciembre los premios artísticos más prestigiosos de Washington, los del Kennedy Center para las Artes Escénicas.
Antes que ella, el realizador Norman Lear había advertido que tampoco iría. Escaldado por "las controversias, el cantante Lionel Richie, otro de los premiados, explicó esta semana que aún no había tomado una decisión.
Frente a las renuncias anunciadas, los Trump explicaron el sábado que no participarían en la fiesta para evitar "interferencias políticas".
Pero directivos del Kennedy Center saludaron rápidamente esta decisión presidencial. "Al decidir no participar en las actividades de este año, la administración mostró elegantemente su respeto por el Kennedy Center y permite asegurar que la ceremonia de entrega de premios será un momento especial bien merecido para los galardonados".
Base fiel
No es la primera vez que Donald Trump decide desdeñar una gran tradición de Washington. En abril ya había decidido evitar la cena anual de los corresponsales, que reúne a lo más granado de la prensa y la política estadounidense.
Se trata de decisiones que satisfacen a su base, encantada con esos desplantes a un establishment denunciado en numerosas oportunidades durante la campaña electoral. Sus seguidores más incondicionales se mantienen orgullosamente fieles: seis de cada diez aseguran que no modificarán su opinión favorable haga lo que haga Donald Trump, según un sondeo de la universidad de Monmouth (realizado del 10 al 14 de agosto entre 805 personas).
Lejos de tomarse un descanso en sus imprevisibles declaraciones y tuits que sacuden Washington desde su llegada a la Casa Blanca el 20 de enero, las "vacaciones de trabajo" de Donald Trump en Nueva Jersey y Nueva York siguieron estando marcadas por la polémica y los anuncios imprevistos.
Intentando pasar página tras una semana sacudida por los episodios de Charlottesville, el viernes reunió a su equipo de seguridad nacional en Camp David para abordar la estrategia estadounidense en Afganistán.
"Jornada importante en Camp David con nuestros generales y dirigentes militares muy talentosos. Se tomaron numerosas decisiones, incluidas algunas sobre Afganistán", escribió Donald Trump en Twitter el sábado de mañana, aunque no precisó cuáles eran.
El presidente también agradeció en un escueto tuit a Steve Bannon, su incendiario asesor estratégico, a quien despidió el viernes.