El papa aboga por una mayor integración de los países balcánicos en Europa
El papa Francisco llegó hoy a Macedonia del Norte, un país que hasta ahora no había visitado ningún pontífice, y en su primer discurso ante las autoridades abogó por una mayor integración en Europa de los países de los Balcanes.
Tras entrevistarse con el primer ministro, Zoran Zaev, y el presidente macedonio, Gjorge Ivanov, quienes terminan sus mandatos tras las elecciones del pasado domingo, Francisco destacó que esta primera visita de un papa se realiza con motivo del 25 aniversario del inicio de las relaciones bilaterales entre ambos Estados.
En su discurso en la Sala de los Mosaicos del palacio presidencial ante las autoridades macedonias, Francisco recordó "la composición multiétnica y multirreligiosa del país" y elogió "la pacífica y duradera convivencia, en la que las distintas identidades han sabido y podido expresarse y desarrollarse sin negar, oprimir o discriminar a las otras".
"Estas características particulares tienen una significación relevante en el camino para una mayor integración con los países europeos", dijo el pontífice.
Deseó entonces "que tal integración se desarrolle positivamente en toda la región de los Balcanes occidentales, como también que se logre respetando siempre la diversidad y los derechos fundamentales".
Por su parte, el presidente en su discurso agradeció a Francisco "el apoyo continuo dado para la integración en Europa".
Ivanov criticó ante el papa "las década de bloqueo impuesto" al camino hacia Europa que dijo "ha llevado (al país) a una crisis política y moral".
Recientemente el país votó llamarse Macedonia del Norte para poner fin a las rencillas con Grecia y los vetos a su adhesión la Unión Europea (UE).
Este domingo se celebró la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en las que se impuso a la coalición conservadora el candidato socialdemócrata, Stevo Pendarovski, que ha basado su campaña en la defensa de la integración del país en la UE y en la OTAN.
Francisco destacó también "el generoso esfuerzo" efectuado por el país y las organizaciones humanitarias en "acoger y socorrer a un gran número de migrantes y refugiados que huían de la guerra o de condiciones de extrema pobreza durante los años 2015 y 2016" y que encontraron en Macedonia "un refugio valioso".
Asimismo, animó "a seguir con confianza en el camino emprendido" para que Macedonia sea "un faro de paz, de acogida y de integración fecunda entre culturas, religiones y pueblos".
Un llamamiento que se produce mientras Macedonia mantiene aún cerrada la frontera con Grecia bloqueando a miles de migrantes que quieren acceder al norte de Europa.
En su discurso también quiso homenajear a la santa Madre Teresa de Calcuta "por el modo de ponerse al servicio de los que están abandonados, de los descartados, de los más pobres" y que nació en un suburbio de Skopje en 1910.