Boris Johnson culpa a la Unión Europea de tensiones en Irlanda del Norte
El primer ministro británico, Boris Johnson, culpó este miércoles a la Unión Europea de las tensiones posbrexit en Irlanda del Norte y advirtió que el Reino Unido hará "lo que sea necesario" para defender el proceso de paz y la unidad del país.
El líder conservador fustigó en el Parlamento británico la actitud de la UE, que, ante los retrasos en la entrega de vacunas contra el covid-19, quiso introducir un mecanismo de control de exportaciones que, en un principio, iba a aplicarse a Irlanda del Norte pese a que esta sigue comerciando abiertamente con los 27.
Desde la completa aplicación del Brexit el 1 de enero, la provincia británica se rige por un régimen especial que la mantiene en el mercado único europeo para evitar reinstaurar una frontera con la vecina República de Irlanda que pudiese amenazar la frágil paz lograda en 1998 con el acuerdo del Viernes Santo.
"Es muy lamentable que la UE parezca poner en duda el acuerdo del Viernes Santo, los principios del proceso de paz, al parecer pedir una frontera en la isla de Irlanda", fustigó Johnson.
En virtud de este régimen especial, las mercancías que cruzan el mar de Irlanda desde la isla de Gran Bretaña a la provincia británica tienen que someterse a controles aduaneros.
Esto desagrada a los unionistas de Irlanda del Norte, que lo ven como una separación del resto del Reino Unido, y en cuyas filas crece la tensión.
El lunes, las autoridades norirlandesas tuvieron que suspender indefinidamente los controles aduaneros a raíz de "preocupantes" amenazas contras los trabajadores que los realizan.
En una reunión con la primera ministra norirlandesa, Arlene Foster, una unionista contraria al régimen especial, Johnson aseguró que su gobierno hará "todo" para que el comercio dentro del Reino Unido siga funcionando sin problemas.
"Haremos lo que sea necesario (...) para garantizar que no haya ninguna barrera en el mar de Irlanda", afirmó, declarándose dispuesto a aplicar un artículo del acuerdo de Brexit que permite a una parte dejar de aplicarlo en caso de graves dificultades "económicas, sociales o medioambientales".