Google rechaza nuevas acusaciones de la UE por abuso de posición dominante
Google estimó este jueves "erróneas" las acusaciones de las autoridades de competencia de la Unión Europea que sospecha que el gigante de internet estadounidense abusa de su posición dominante para favorecer sistemáticamente a su servicio para comparar precios en los resultados de búsqueda de su portal.
"Pensamos que esas afirmaciones son erróneas desde el punto de vista de los hechos, del derecho y de la economía", escribió Kent Walker, vicepresidente de Google, en un mensaje publicado este jueves en el blog de la empresa.
Esta es la primera reacción formal de la empresa a las alegaciones que la Comisión Europea hizo en julio.
"El punto de vista de la Comisión no refleja la realidad de la forma en que la gente hace sus compras en línea", agregó Walker en el texto que resume la respuesta oficial enviada este jueves a Bruselas.
"Los consumidores no se contentan con buscar productos en un motor de búsqueda, antes de cliquear en un sitio del comparador de precios y cliquear nuevamente en un sitio comercial", agregó.
Google también lamenta que la Comisión "falle en tomar en cuenta" el impacto negativo que puede tener en el tráfico hacia esos sitios para comparar precios de los mastodontes del comercio digital como Ebay y Amazon.
Esos comparadores son "menos útiles para los consumidores", adelanta Google.
"Nuestra respuesta demuestra que las compras en línea son muy competitivas, con numerosas pruebas que sostienen la conclusión sensata de que Google y muchos otros sitios corren detrás de Amazon", concluye.
La Comisión, que investiga desde 2010 las prácticas de Google, comunicó a la empresa en abril de 2015 los "pliegos de cargos", el equivalente de una acusación, por abuso de posición dominante en su servicio de comparar precios, el que completó en julio de este año tras una primera respuesta del gigante estadounidense.
"La Comisión teme que los usuarios no vean necesariamente los resultados más pertinentes en respuesta a sus búsquedas, lo que perjudica a los consumidores y entorpece la innovación", explicó entonces el ejecutivo comunitario.
Para la Comisión "el comportamiento de Google debilitó, incluso marginó la competencia ejercida por sus competidores más cercanos".