2015: El año que Centroamérica le puso un alto a la corrupción

El expresidente panameño Ricardo Martinelli se unió el lunes al grupo de mandatarios de Centroamérica que han sido denunciados por supuestos actos de corrupción.

Hace apenas unos cuatro meses, Otto Pérez Molina fue obligado de renunciar al cargo como presidente de Guatemala, que ocupaba desde 2012. En la actualidad Pérez Molina cumple prisión preventiva acusado de ser uno de los presuntos dirigentes de una trama de corrupción enquistada en las aduanas de ese país.

Tanto él como su exvicepresidenta Roxana Baldetti, están acusados de asociación ilícita, cohecho pasivo y defraudación aduanera y en enero próximo se conocerá si van o no a juicio por corrupción.

También tenemos muy de cerca al caso del expresidente salvadoreño Francisco Flores, que desde este lunes cumple arresto domiciliario. Se le acusa de peculado, enriquecimiento ilícito tras apropiarse de cinco millones de dólares y desviar otros 10 millones hacia una cuenta del partido Alianza Republicana Nacionalista (Arena) durante su mandato entre 1999 y 2004.

Otra de las acusaciones que se imputan, tienen que ver con desobediencia de particulares ya que tras la orden de captura y solicitud de detención, Flores estuvo en paradero desconocido y se rumoraba que se escondía en Panamá o República Dominicana. Una alerta roja de INTERPOL produjo su detención.

El dinero en cuestión fue donado por Taiwán a El Salvador para financiar programas de reconstrucción y atención a las víctimas de dos terremotos que asolaron al país centroamericano en 2001. El Gobierno de Estados Unidos ha aportado documentación que confirma que operaciones sospechosas de Flores fueron detectadas en un banco estadounidense.

El inicio del juicio contra el exmandatario, quien desde 2014 se encuentra detenido, ha sido previsto para el 18 de enero de 2016.

Rafael Callejas, que fue presidente de Honduras entre 1990 y 1994 se encuentra en Estados Unidos enfrentando una acusación relacionada con el esquema de corrupción destapado dentro de la FIFA.

Las acusaciones contra Callejas tienen que ver con las concesiones de los derechos de transmisión por televisión de partidos de la selección nacional de fútbol de Honduras, ya que era miembro de la Comisión de Mercadotecnia y Televisión de la FIFA, y hasta el pasado 1 de agosto, presidente de la Federación Nacional Autónoma de Fútbol de Honduras.

Se declaró no culpable ante un juez de Brooklyn, quien días después le concedió la libertad bajo una fianza de 4 millones de dólares. El pasado 17 de diciembre pagó la suma solicitada y, según medios hondureños, está viviendo en Nueva York.

Se alarga la lista

Otros caso que salpican a dos expresidentes brasileños es el escándalo de Petrobaras que involucra a Luiz Inácio Lula da Silva presidente de 2003 al 2011, y varios de sus allegados ya condenados en una de los más vergonzosos casos de corrupción conocida con el nombre de “Mensalao”. También está siendo investigado en esta trama Fernando Collor de Melo quien fuera presidente de Brasil de 1990 a 1992.

Contrario a las acusaciones sobre los exmandatarios de la región, a Ricardo Martinelli se le busca por escuchas telefónicas ilegales, aunque además tiene abiertas otras causas por supuesto mal uso de fondos públicos.

El Tribunal Supremo de Panamá dictó este lunes una orden de detención contra Martinelli, quien reside en EE.UU. desde enero de 2015 y afirma ser un perseguido del actual jefe de Estado de Panamá, Juan Carlos Varela.

Antes de esta decisión que puede abrir el camino hacia una orden de búsqueda y captura internacional, Martinelli, un empresario metido a político, fue declarado en rebeldía por no presentarse a una audiencia en la causa de las escuchas ilegales, en la que está acusado de delitos que pueden costarle 21 años de cárcel.

Hace apenas unos días, Carlos Menem, presidente de Argentina de 1989 a 1999 fue condenado de nuevo, en esta ocasión por el pago de sobresueldos durante su gobierno.