El papa Francisco recuerda los sacrificios de todo los migrantes rumanos
El papa Francisco rindió hoy homenaje a todos los migrantes rumanos que en estos años han abandonado su país, sobre todo para ir a otros países europeos, durante su discurso a las autoridades en el primer acto de su visita a Rumanía.
"Rindo homenaje a los sacrificios de tantos hijos e hijas de Rumanía que enriquecen con su cultura, su idiosincrasia y su trabajo los países donde emigraron y ayudan con el fruto de su empeño a sus familias que quedaron en casa", afirmó el papa en el palacio presidencial de Bucarest tras escuchar al presidente Klaus Werner.
Y agregó: "Pensar en los hermanos que están fuera del país es un acto de patriotismo, de hermandad y de justicia, continuad haciéndolo".
Francisco llegó hoy a Rumanía para una visita de tres días en las que sobre todo se centrará en el diálogo con la Iglesia ortodoxa y recordará la persecución de los católicos durante el régimen comunista.
En su alocución, el papa recordó que es la primera vez que este país preside el semestre el Consejo Europeo y que por ello era un buen momento para citar las dificultades que ha atravesado el país desde "que se liberó de un régimen que oprimía la libertad civil y religiosa, la aislaba de otros países europeos y la llevaba también al estancamiento económico y al agotamiento de sus fuerzas creadoras".
Valoró que en estos años, Rumanía se ha comprometido en la "construcción de un proyecto democrático" y "en el reconocimiento fundamental de la libertad religiosa y la plena integración del país en el amplio escenario internacional".
Pero lamentó que para ello se hayan sufrido "efectos colaterales" como la emigración, "que ha afectado a varios millones de personas que han abandonado sus hogares y sus países de origen para buscar nuevas oportunidades de trabajo y de una vida digna".
La emigración de los rumanos también, señaló Francisco, ha causado una importante "despoblación de tantas aldeas, que en pocos años han visto marcharse a un número considerable de sus habitantes".
El país ha pasado de tener 23 millones de habitantes a sólo 19,7, una caída del 14 %, provocada principalmente por la emigración económica.
Abogó también en que se trabaje para construir "una sociedad inclusiva" en la que "los más débiles, los más pobres y los últimos no sean vistos como indeseados, como obstáculos que impiden que la "máquina" camine, sino como ciudadanos y hermanos para ser plenamente insertados en la vida civil".
Al respecto, recordó que la Iglesia católica, que en este país representa a cerca el 7 % de la población, "quiere contribuir a la construcción de la sociedad, quiere ser un signo de armonía, esperanza de unidad y ponerse al servicio de la dignidad humana y el bien común".
Por su parte, el presidente había destacado que Europa "más que nunca, se necesitan modelos de convivencia pacífica, de diálogo entre mayorías y minorías".
Aseguró que Rumanía "es un modelo de respeto de los derechos de las personas pertenecientes a las cerca 20 minorías históricas de su territorio".