EEUU confirma 4 muertos y sube a 17 los heridos en un ataque a una base en Afganistán
El Gobierno estadounidense confirmó hoy la muerte de cuatro de sus nacionales y elevó a 17 la cifra de heridos en el ataque que los talibanes perpetraron contra la mayor base de Estados Unidos en Afganistán, donde infiltraron a un suicida que hizo detonar un artefacto explosivo.
En un comunicado, el secretario de Defensa, Ash Carter, indicó que el ataque contra la instalación militar de Bagram, la más fortificada del país y adonde llegan los representantes estadounidenses cuando viajan a Afganistán, causó la muerte de dos soldados y de dos contratistas que trabajaban para EE.UU.
La OTAN confirmó cuatro muertos y "aproximadamente" 14 heridos, una cifra que Carter elevó a 17 personas, de las que 16 son nacionales estadounidenses y uno es un soldado polaco que participa en la misión de la OTAN en Afganistán.
En su comunicado, el jefe de la Defensa de EE.UU. aprovechó para enviar sus condolencias a los familiares de los fallecidos y mandó un mensaje a los responsables del ataque: "no pararemos en nuestra misión de proteger nuestra patria y de ayudar a Afganistán para que pueda asegurar su propio futuro".
La detonación del explosivo se produjo después de las 05.30 hora local (01.00 GMT) y provocó la reacción inmediata de las fuerzas de respuesta y de los cuerpos médicos de la alianza.
Los talibanes reivindicaron el ataque en un mensaje de su portavoz Zabihullah Mujahid en Twitter en el que afirmó que un "mártir" atacó la base infligiendo "grandes bajas" a las fuerzas estadounidenses.
Este es el ataque más importante este año contra una instalación de la OTAN en Afganistán, donde la Alianza Atlántica mantiene alrededor de 12.000 personas en misión de apoyo y capacitación a las fuerzas afganas.
Estados Unidos mantiene 9.800 soldados en Afganistán en misión de combate, una dotación que el presidente Barack Obama inicialmente tenía previsto reducir a 5.200 al final de año como parte del plan de salida de las tropas estadounidenses.
Sin embargo, el incremento de la violencia en el país ha hecho reconsiderar a Obama esos planes y comprometerse a mantener 8.400 soldados hasta el final de 2017.
Quince años después de la invasión estadounidense que sacó a los talibanes del poder, los insurgentes se han ido fortaleciendo hasta controlar en estos momentos alrededor de una tercera parte del país, según fuentes estadounidenses, un avance que ha coincidido con el final de la misión de combate de la OTAN, el 1 de enero de 2015.