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Líbano/El movimiento libanés proiraní Hezbolá alegó el jueves su "derecho legítimo" a defenderse contra Israel y rechazó "cualquier negociación política" con el país vecino.
De manera simultánea a la guerra de Gaza iniciada en octubre de 2023, Hezbolá e Israel libraron un conflicto que se intensificó en septiembre de 2024, en el que el ejército hebreo bombardeó cientos de objetivos en Líbano y mató, entre otros, al histórico líder del partido, Hasán Nasralá.
A pesar del alto el fuego que en noviembre de 2024 puso fin a la contienda, el ejército hebreo continúa llevando a cabo ataques regulares contra bastiones de Hezbolá en Líbano, y mantiene tropas en cinco puntos del sur de este país.
"Reafirmamos nuestro derecho legítimo (...) a defendernos de un enemigo que impone la guerra a nuestro país y no cesa sus agresiones", declaró el movimiento en una "carta abierta" dirigida al pueblo y a los dirigentes libaneses.
Hezbolá dijo además estar en contra de "cualquier negociación política con Israel", país con el que Líbano sigue técnicamente en estado de guerra, y estimó que dicha negociación no serviría "al interés nacional".
Este mismo jueves, el gobierno libanés debe examinar el avance de su empeño por desarmar al movimiento, el único que se negó a entregar las armas tras la guerra civil de 1975-1990.
Como parte del alto el fuego, que Hezbolá dice respetar, el gobierno de Beirut ordenó al ejército organizar un plan para desarmar a Hezbolá.
Pero el ministro de Defensa israelí Israel Katz acusó al presidente libanés Joseph Aoun de "arrastrar los pies" en lo que respecta a ese plan.
A la presión se sumó el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien acusó a Hezbolá de intentar "rearmarse" tras los cuantiosos daños sufridos en su conflicto con el Estado hebreo.
El líder del movimiento chiita, Naim Qasem, dijo a fines de septiembre que rechazan desarmarse, en una ceremonia con motivo del aniversario del asesinato de Nasralá.