México otorga asilo a exvicepresidente de Ecuador en plena crisis diplomática

Ecuador

Jorge Glas, exvicepresidente de Ecuador
Jorge Glas, exvicepresidente de Ecuador / AFP
AFP
05 de abril 2024 - 21:55

México/México otorgó este viernes asilo político al exvicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, en una decisión que tensa aún más las relaciones tras la expulsión de la embajadora en Quito a raíz de comentarios del presidente mexicano.

El gobierno ecuatoriano consideró el asilo a Glas como un "acto ilícito", pues el exfuncionario es requerido por presunto peculado y las convenciones internacionales dictan que esa figura no aplica para delitos comunes, según un comunicado.

Glas está refugiado en la embajada de México en Ecuador desde el pasado 17 de diciembre eludiendo una orden de captura, y el gobierno del presidente Daniel Noboa reiteró este viernes que no expedirá el salvoconducto necesario para salir del país.

Al anunciar la protección a Glas, la cancillería mexicana aseguró que, según una convención de 1954, el Estado asilante es el "único facultado para calificar la naturaleza de la persecución" política, en tanto Ecuador está obligado a expedir el permiso de salida si así se lo solicita México.

El anuncio del asilo tuvo lugar un día después de que el gobierno de Ecuador declarara "persona non grata" a la embajadora mexicana Raquel Serur y ordenara su salida del país. Serur será evacuada en un avión militar mexicano y una delegación quedará a cargo de la embajada.

Los dos gobiernos han descartado romper relaciones, pero el asilo a Glas abre un nuevo frente de conflicto tras los dichos del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, sobre la violencia política que motivaron la expulsión de su embajadora.

De hecho, al anunciar el asilo, la cancillería mexicana denunció en un comunicado que su embajada en Quito sufre un "claro hostigamiento" por el despliegue de policías y militares en sus alrededores desde el jueves.

"Así son los fachos", dijo López Obrador al respecto en su habitual rueda de prensa de este viernes, en la que reiteró sus polémicas afirmaciones y recordó que el derecho internacional prohíbe el allanamiento de embajadas.

De su lado, la canciller ecuatoriana, Gabriela Sommerfeld, reconoció en una entrevista radial que con el aumento de la vigilancia en el edificio el gobierno busca "mostrar su protesta y su rechazo a las declaraciones" del mandatario izquierdista.

"Ambiente enrarecido"

La crisis diplomática se inició el pasado miércoles, cuando López Obrador planteó un paralelismo entre la violencia que marcó la campaña presidencial ecuatoriana de 2023, durante la cual fue asesinado el candidato Fernando Villavicencio, y la criminalidad que se registra en México de cara a las elecciones del 2 de junio.

Según el mandatario mexicano, el crimen de Villavicencio creó un "ambiente enrarecido de violencia" que, sumado a la "manipulación" por parte de algunos medios, provocó la caída en las encuestas de la candidata izquierdista Luisa González y el repunte de Noboa, quien resultó ganador.

Duro crítico del expresidente socialista Rafael Correa (2007-2017), Villavicencio era conocido por sus denuncias sobre el fortalecimiento del narcotráfico a la sombra del poder.

El gobierno de Noboa considera que esos comentarios "ofenden al Estado ecuatoriano", pues el país aún está de "luto". Siete personas detenidas por el homicidio de Villavicencio fueron asesinadas en prisión.

López Obrador alertó este viernes que México puede vivir una situación similar a la de Ecuador en la actual campaña electoral, en la que la aspirante oficialista, Claudia Sheinbaum, lidera cómodamente la intención de voto por encima de los candidatos de centroderecha, Xóchitl Gálvez, y de centro, Jorge Álvarez Máynez.

Desde octubre pasado, cuando arrancó el proceso para las elecciones de junio, en México han sido asesinadas al menos 15 personas entre candidatos y precandidatos a cargos regionales, según el gobierno.

La consultora Integralia asegura que desde el 1º de septiembre suman 23 aspirantes asesinados en este país asolado por violentos cárteles del narcotráfico.

Defensa del asilo

Jorge Glas, que fue vicepresidente de Correa, cumplió una pena de cárcel por el escándalo de sobornos del gigante brasileño Odebrecht, pero enfrenta otra orden de arresto por supuestamente desviar fondos destinados a tareas de reconstrucción tras un terremoto en 2016.

El exvicepresidente y el propio Correa aseguran que se trata de una persecución política. El exmandatario, muy popular aún en su país, fue sentenciado a ocho años de cárcel por corrupción e inhabilitado políticamente y permanece en Bélgica, país de origen de su esposa.

México ya había rechazado una solicitud de Ecuador para permitir la captura de Glas. 

Este viernes, López Obrador hizo una férrea defensa de la figura del asilo en México, señalando que en el pasado salvó la vida de muchos latinoamericanos perseguidos por dictaduras. El país concedió en los últimos años asilo o refugio a varios excolaboradores de Correa.

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