Unos 630 mil migrantes entraron ilegalmente a la Unión Europea este año
Alrededor de 630.000 personas entraron ilegalmente en Europa en lo que va del año, afirmó Fabrice Leggeri, jefe de la agencia de la UE de vigilancia de fronteras Frontex, en entrevista con el grupo de prensa francés Ebra.
"Hemos registrado unos 630.000 cruces ilegales de fronteras, al finalizar septiembre", indica Leggeri y precisa que Frontex tiene previsto despachar "60 aviones con migrantes ilegales de retorno" en 2015 contra 39 el año anterior, en esta entrevista que publicarán el lunes periódicos regionales.
Señala el jefe de Frontex que "los Estados miembros deben comprender que en lugar de desplegar cientos de policías en sus fronteras nacionales, sería mucho más útil que los enviaran a la frontera exterior" de Europa.
"Si cada Estado encara la crisis en su región, sin coordinar con sus vecinos, los flujos (de migrantes) seguirán pasando de un país al otro, en detrimento de todos", advierte.
Aunque expresa su satisfacción porque el número de efectivos de Frontex en Grecia, actualmente menos de un centenar, se duplicará, sostiene que "si tuviéramos 1.000 o 2.000 guardias fronterizos europeos para ayudar a las autoridades griegas, eso tendría un efecto espectacular sobre la crisis en esa frontera".
Mientras que los europeos planean instalar 'hotspots' en Grecia e Italia para recibir a los migrantes y evaluar los pedidos de asilo, Leggeri recuerda que solo un "promedio de 39%" de los rechazos son ejecutados efectivamente, principalmente por la negativa de sus países de origen de volver a recibir a sus ciudadanos.
"Seamos realistas: si queremos poder reenviar a los migrantes irregulares a sus países de origen, son necesarios lugares de retención, en particular en los hotspots", afirma.
Interrogado sobre la puesta en marcha de un cuerpo europeo de guardias fronterizos, Leggeri asegura que eso "no es previsible a medio plazo, y el objetivo es ser eficaces rápidamente".
Destaca además la necesidad "una gestión más integrada de las fronteras, de una red europea de vigilancia de la cual Frontex es la prefiguración. Y prever una capacidad de acción autónoma en algunos casos: por ejemplo, que Frontex pueda intervenir en una crisis sin esperar a que el Estado concernido haga el pedido".
Asegura por último que "la presión migratoria es un desafío a largo plazo" dado que "no veo una solución a corto plazo en Siria y en el Cuerno de África, ni para la diferencia de desarrollo ente Europa y el África subsahariana".