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Netanyahu afirma que la coalición es estable y que nadie convocará elecciones

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. / EFE
Efe
14 de febrero 2018 - 05:13

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aseguró hoy que su coalición del gobierno, que depende del apoyo de cinco partidos, es "estable" y que no se van a convocar elecciones, un día después de que la Policía recomendase imputarle por cargos de corrupción.

"La coalición es estable. Ni yo ni nadie va a convocar elecciones. Voy a seguir trabajando hasta el final de mi legislatura", anunció en una intervención en la inauguración de la conferencia Muni Expo, en el centro de exposiciones de Tel Aviv.

"Quiero ante todo tranquilizarles. La coalición es estable. Ni yo ni nadie va a convocar elecciones. Voy a seguir trabajando hasta el final de mi legislatura", anunció Netanyahy en la inauguración de la conferencia Muni Expo, en el centro de exposiciones de Tel Aviv.

"Después de leer las recomendaciones (policiales), puedo decir que son un documento torticero, radical y lleno de agujeros como un queso suizo", señaló.

Sobre el Caso 1000, en el que se la acusa de solicitar y recibir regalos lujosos del millonario productor de Hollywood Arnon Milchen a cambio de favorecer sus intereses con mediación e iniciativas legales, Netanyahu señaló: "Milchen y yo nos intercambiamos regalos ¡ambos!, desde mucho antes de ser primer ministro".

"El informe de la Policía infla los valores, todo para llegar a un número increíble de dinero", añadió en referencia a los 230.000 euros que los investigadores aseguran que recibió a lo largo de los años en puros, champán, ropa y joyas.

"Ignoran que yo no ayudé a Milchen, sino que actué contra él: le rompí el monopolio en su negocio de compraventa de partes de coche, quise cerrar el Canal 10 (de televisión) que era en parte suyo. ¿Cómo es que le ayudo si también le perjudico?. Ni esto ni lo otro, actúo según mis principios en favor de Israel y de la sociedad israelí", se defendió.

También se defendió de las acusaciones en el caso 2000, en el que presuntamente negoció con el editor del diario Yediot Aharonot, Arnon Mozes, para conseguir una cobertura favorable a cambio de intervenir para reducir la distribución del periódico rival, en una conversación de la que existe una grabación.

"No estoy seguro de que sea buena idea investigar relaciones entre políticos y periodistas, pero ya que se hace, es absurdo que me juzguen por esa conversación", dijo.

El jefe del Gobierno también lamentó la participación en las pesquisas policiales de uno de sus principales rivales políticos, Yair Lapid, que fue ministro de Finanzas en su anterior gobierno y ha testificado en su contra.

"Solo le preguntaron durante una hora y se ha convertido en testigo principal, es amigo de Milchen, íntimo, trabajó con Milchen (...) Yo recibo recomendaciones y él aplausos", se lamentó.

El informe policial "es radical, falso, va contra la lógica", dijo antes de añadir: "estoy seguro de que la verdad saldrá a la luz y no quedará nada de todo esto".

Varios de sus principales socios en la coalición gubernamental le han mostraron su apoyo y han asegurado que no actuarán para hacer caer el gobierno hasta que la Fiscalía tome una decisión sobre si imputarle o no.

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