Biden sube el tono contra las armas de fuego ante el aumento de la criminalidad
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, presenta este miércoles nuevas medidas con las que busca limitar la circulación de las armas de fuego, en momentos en los que aumenta la criminalidad en el país.
Las principales ciudades del país han sufrido un 24% más de homicidios en el primer trimestre del año que en el mismo periodo de 2020, uno de los años más mortíferos en un cuarto de siglo. Y los datos muestran que esta tendencia no perdona a ninguna urbe: grande o pequeña, demócrata o republicana.
El análisis de las causas y la forma de enfrentar este aumento es muy diferente según el posicionamiento en el escenario político.
La oposición republicana insiste en que el deterioro obedece a las reformas policiales adoptadas -o previstas- por determinados municipios tras las grandes manifestaciones contra la brutalidad y el racismo de la policía, aunque el hecho de que casi todos los centros urbanos se vean afectados por el fenómeno debilita este argumento.
Para la Casa Blanca, el debate sobre la reforma policial es importante y legítimo.
"Hay pasos que el presidente puede tomar para intentar reducir el crimen", dijo Jen Psaki, portavoz de Biden. "Y una parte importante de ese esfuerzo debe ser, según él, medidas de fiscalización de la compra-venta de armas de fuego".
¿Cómo debe actuar el gobierno cuando el Congreso, profundamente dividido sobre el tema, se niega a hacerlo? "Puede usar el peso de la palabra presidencial y otros resortes", respondió Psaki algo evasiva y consciente del limitado margen de maniobra del mandatario.
A principios de abril, Biden denunció la "epidemia" de violencia debido a las armas de fuego en Estados Unidos, algo que calificó de "vergüenza internacional".
En esa ocasión firmó seis decretos, aunque de alcance limitado. Uno de ellos tenía el objetivo de combatir la proliferación de "armas fantasma", que son fabricadas en forma artesanal, a menudo con una impresora 3D, y que carecen de número de serie.
Lucha contra el tráfico de armas
El Departamento de Justicia anunció el martes la creación de cinco unidades para abordar el tráfico de armas en Nueva York, Chicago, Los Ángeles, San Francisco y Washington, ciudades que registran un fuerte aumento de los homicidios desde hace un año y medio.
Estas unidades reunirán a fiscales federales, policías especializados y actores locales, que "investigarán y desmantelarán las redes criminales que hacen llegar armas a nuestras comunidades con trágicas consecuencias", explicó el fiscal general, Merrick Garland.
Los ásperos debates en el Congreso sobre el control de las armas de fuego continúan, pero cinco meses después de la llegada de Biden al poder, los republicanos, que hasta ahora han buscado encontrar flancos para atacar al gobierno, lucen decididos a presionar por las inquietantes estadísticas delictivas.
Para el representante de Carolina del Norte Richard Hudson, el discurso de Biden no cambiará nada.
"Los llamados a recortar los fondos de la policía han implicado un peligroso aumento de la delincuencia. La respuesta del presidente Biden: proponer aún nuevas restricciones a las armas de fuego que solo afectan a los ciudadanos respetuosos de la ley", dijo en Twitter.
"Más que limitar las armas, necesitamos apoyar a nuestros oficiales de policía", añadió junto al hashtag #BidenCrimeCrisis.
"Concepto básico que los demócratas no parecen entender: los delincuentes no respetan las leyes sobre armas", ironizó su colega Andy Biggs.