Demócratas y republicanos ultiman los preparativos en EE.UU. para 'show' de Mueller

El exfiscal especial de la trama rusa Robert Mueller.
El exfiscal especial de la trama rusa Robert Mueller. / EFE
Efe
23 de julio 2019 - 16:10

Los demócratas de EE.UU. ultimaron este martes los preparativos para convertir en un "show" la comparecencia mañana ante el Congreso del exfiscal especial de la trama rusa Robert Mueller, mientras que sus rivales republicanos se prepararon para defender con uñas y dientes al presidente Donald Trump.

El objetivo de los demócratas es que, ante decenas de cámaras de televisión, Mueller hable de los intentos de Trump por impedir su investigación; y, de esa forma, esperan influir en la opinión de los estadounidenses sobre el mandatario, especialmente de cara a las elecciones de 2020.

Mueller comparecerá mañana a las 8.30 (12.30 GMT) ante el comité judicial de la Cámara de Representantes y, unas tres horas después, prestará testimonio ante el comité de Inteligencia de la misma cámara.

Durante los dos años de su investigación, Mueller se ha mantenido en silencio y solo compareció ante la prensa en una ocasión para leer un comunicado. Este miércoles será la primera vez que responda a preguntas acerca de los supuestos nexos entre el Kremlin y miembros del equipo de Trump durante los comicios de 2016.

Al final de su investigación, Mueller publicó un informe en el que señaló que no había pruebas suficientes para determinar que el entorno de Trump y el Kremlin se coordinaron para influir en las elecciones de 2016; y también dijo no haber alcanzado una conclusión sobre si el mandatario había cometido un delito de obstrucción a la Justicia en el curso de las pesquisas.

Durante un discurso ante jóvenes republicanos, Trump hoy insistió en que el reporte final de Mueller le exoneraba de toda culpa: "Ellos hicieron un informe y no hallaron ninguna obstrucción".

Opinó, además, que los demócratas están "perjudicándose a ellos mismos" al seguir acusándolo de conspirar con Moscú. Trump dijo a comienzos de semana que seguirá "un poco" el testimonio de Mueller mientras lo retransmiten en vivo las televisiones de todo EE.UU., la radio pública NPR y las webs de los principales diarios.

Washington, una ciudad de yonquis con la política, espera esta comparecencia desde hace semanas y algunos bares -como la taberna irlandesa Duffy- ya han comunicado a sus clientes que les servirán bebidas alcohólicas desde las ocho de la mañana y les han animado a disfrazarse o llevar camisetas con mensajes políticos.

Los demócratas quieren aprovechar esa repercusión y, especialmente, desean forzar a Mueller para que conteste a una pregunta que dejó en el aire en su informe: ¿Cree usted que si Trump no fuera presidente podría ser imputado por un delito de obstrucción a la Justicia?.

Mueller decidió no llegar a una conclusión sobre ese tema porque las reglas del Departamento de Justicia establecen que un presidente no puede ser acusado de un delito mientras está en el poder.

Para calentar un poco el ambiente, la líder de la mayoría demócrata de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, distribuyó hoy a sus correligionarios una circular titulada "Exponiendo la verdad" y en la que insta a los demócratas a "luchar por la seguridad nacional" de EE.UU. y proteger su sistema electoral de poderes extranjeros como Rusia.

En esa circular, obtenida por Efe, Pelosi no mencionó la posibilidad de abrir un juicio político contra Trump en el Congreso, una opción por la que aboga el ala más progresista del partido, pero que de momento cuenta con un apoyo insuficiente para salir adelante.

Por su lado, la estrategia de los republicanos es desacreditar a Mueller y probar que sus pesquisas fueron una "caza de brujas", tal y como ha repetido sin descanso Trump.

Es muy posible que los republicanos recurran a los mensajes de texto contra el mandatario que intercambiaron dos agentes del FBI que trabajaron en la investigación: Peter Strzok y Lisa Page, que era su amante y compañera de trabajo. Y, por último, Mueller mañana intentará ser lo más aburrido posible: no contestará a ninguna pregunta con diez palabras si puede hacerlo con un simple "sí" o "no".

Durante meses, el exfiscal se ha resistido a comparecer ante el Congreso y mañana lo hará solo porque, en junio, los demócratas le citaron mediante una figura legal llamada "subpoena", que obliga a los que la reciben a acudir al Legislativo y, de no hacerlo, se les declara en desacato.

Mueller, director del FBI entre el 2001 y 2013, ya ha avisado que limitará su testimonio al informe que publicó al concluir su investigación y que no ofrecerá nada nuevo. Aunque no haya nada novedoso, el "show" de Mueller promete dejar a muchos pegados al televisor.

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