Deportado por Gobierno de Trump regresa a EEUU tras dos años de lucha

Fotografía cedida por la abogada Meredith Brown de Marlon Castillo, su esposa Ana Castillo y su pequeña hija oran en el el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles, tras la llegada del migrante guatemalteco al país.
Fotografía cedida por la abogada Meredith Brown de Marlon Castillo, su esposa Ana Castillo y su pequeña hija oran en el el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles, tras la llegada del migrante guatemalteco al país. / EFE
Efe
18 de julio 2020 - 16:49

El inmigrante guatemalteco Marlon Castillo logró regresar a EE.UU. para reunirse con su familia luego de haber sido deportado hace más de dos años, tras ser arrestado en una oficina de Inmigración mientras hacía un trámite para legalizarse, confirmó este sábado su abogada.

"Con el regreso del señor Castillo demostramos que aún en tiempo de pandemia de COVID-19 podemos ganarle a las políticas de odio del presidente Trump", dijo hoy a Efe la abogada Meredith Brown, quien representa a Castillo.

El guatemalteco, de 48 años, logró ingresar a Estados Unidos a través del Aeropuerto Internacional de Los Angeles este viernes después de ser separado de su esposa y sus dos hijas al ser deportado en junio del 2018.

"Fue una lucha muy dura, en la que tuvimos que someter muchos documentos, cartas de congresistas. Al final pudimos demostrar que legalmente este inmigrante merecía su legalización y regresar a donde pertenece junto a su familia", afirmó Brown.

Castillo fue uno de los afectados por la práctica impuesta por la Casa Blanca en 2018 de arrestar a indocumentados que se presentaban a cumplir sus citas en las oficinas del Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS) para legalizar su estatus.

El inmigrante guatemalteco fue detenido el 21 de mayo de 2018 en el edificio federal de Los Angeles por agentes de la Oficina de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) después de una entrevista rutinaria con un oficial de USCIS como parte del proceso de solicitud de su residencia permanente por estar casado con una ciudadana estadounidense.

En la entrevista en el proceso de petición familiar y, tras pasar todos los documentos y tener casi aprobada la petición, el oficial de USCIS encontró una orden de deportación en contra de Castillo de hacía más de 20 años, después que le fuera negada una petición de asilo político en la década de los noventa.

Inmediatamente el funcionario de USCIS explicó que necesitaba hablar con un supervisor y minutos después un oficial de la oficina de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) detuvo a Castillo.

Ana Castillo, la esposa del migrante, y Brown estaban acompañando a la cita al hispano. Ninguna pudo hacer nada para evitar su arresto.

Tanto la esposa como sus hijas pidieron que liberaran a Castillo. Pero ni los cientos de peticiones comunitarias ni la demanda entablada por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) en contra de esas prácticas lograron detener la deportación.

Brown explica que la política de la Administración de Donald Trump para arrestar a estos indocumentados es una contradicción ya que "el mismo Gobierno ha estado diciendo desde su llegada al poder que quiere que los inmigrantes usen las vías legales y ellos no estén respetando este proceso".

Castillo logró que le aprobaran un perdón por la estadía indocumentada en el país y finalmente obtuvo una visa de inmigrante que le permitirá adquirir la residencia permanente.

"Nos hubiéramos ahorrado dos años y el sufrimiento de tres ciudadanos estadounidenses, sus hijas y su esposa. Estas políticas lo único que quieren es separar familia, infundir miedo y evitar que los inmigrantes peleen por sus derechos", consideró Brown.

"Espero que todos tomen ejemplo y no se rindan tan fácilmente cuando se trata de pelear contra estas injusticias", puntualizó la jurista.

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