Trump niega contactos con Rusia durante campaña electoral
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, descartó este jueves contactos propios o de su equipo con funcionarios rusos durante la campaña electoral del año pasado, y afirmó que toda la controversia estaba basada en "noticias falsas".
"Esto de Rusia son noticias falsas. Son falsedades divulgadas por la prensa", dijo Trump en una volcánica conferencia de prensa convocada de urgencia en la Casa Blanca.
De acuerdo con informaciones difundidas por la prensa desde el miércoles, integrantes del equipo de Trump mantuvieron contacto regular con funcionarios rusos durante una campaña electoral en la que, según agencias estadounidenses de inteligencia, Rusia buscó perjudicar a la candidata demócrata Hillary Clinton.
Al ser consultado concretamente si alguien de su entorno había mantenido contacto con funcionarios rusos, Trump fue directo: "No. No sé de nadie que lo haya hecho", dijo.
El gobierno sigue resintiéndose del escándalo provocado el lunes por la precipitada renuncia del consejero presidencial sobre Seguridad Nacional, Michael Flynn, por haber conversado con el embajador ruso en Washington en diciembre sobre las sanciones que la administración de Barack Obama preparaba contra Moscú.
"Noticias falsas"
Esas sanciones fueron el resultado de las investigaciones de agencias estadounidenses de inteligencia, que llegaron a la conclusión que Rusia estuvo por detrás de los ciberataques y distribución de correos electrónicos del equipo de campaña de Clinton.
Por ello, la información sobre los contactos de la campaña de Trump con funcionarios rusos tiene un componente explosivo que el presidente buscó desactivar con su conferencia de prensa de este jueves.
"No tengo deudas en Rusia. No tomé préstamos en Rusia. No tengo negocios en Rusia", insistió Trump, quien añadió que habló solamente en dos oportunidades con el líder ruso Vladimir Putin.
Con relación a los tres auxiliares de campaña que según reportes de prensa estuvieron en contacto con miembros del gobierno ruso, Trump fue igualmente categórico.
"Nunca estuvieron en Rusia. Nunca hicieron un viaje a Rusia. Nunca recibieron una llamada de Rusia. Son todas noticias falsas", afirmó el mandatario, para quien la versión publicada por el influyente diario The New York Time fue "un chiste".
En opinión de Trump, no hay ninguna crisis en su gobierno: "Mi administración funciona como una máquina bien aceitada", aseguró.
Furia con la prensa
La conferencia de prensa fue convocada de urgencia para anunciar el nombre del nuevo nominado a dirigir el Departamento de Trabajo, el abogado cubano-estadounidense Alexander Acosta, primer hispano de la administración Trump.
Sin embargo, el evento se transformó en una larga diatriba contra la prensa, a la que volvió a considerar "deshonesta" y además "fuera de control".
El mandatario republicano amenazó a quienes filtren información a los medios y prometió un nuevo decreto sobre migración en la próxima semana, después de que el primero que promulgó fue suspendido por varias instancias de la justicia.
"Tenemos que hablar de ésto y descubrir qué está pasando, porque la prensa, honestamente, está fuera de control. El nivel de deshonestidad está fuera de control", dijo el prensa durante su intervención en la Casa Blanca.
Trump se quejó de que la prensa "distorsiona" la información sobre su gobierno. "No vamos a permitir que eso ocurra, porque estoy aquí para pasar mi mensaje directamente a la gente".
El mandatario reveló también que pidió al Departamento de Justicia concentrarse en investigar las filtraciones de datos sensibles o confidenciales a la prensa.
Trump mencionó como ejemplo la divulgación en los medios del contenido de sus conversaciones telefónicas con el presidente de México o el primer ministro de Australia.
"¿Qué pasará cuando tenga que negociar con Corea del Norte?", se preguntó. "¿Ustedes van a reportar todo sobre informaciones confidenciales?".
Nuevo decreto sobre migración
El mandatario anunció que la próxima semana emitirá un nuevo decreto migratorio "que protegerá nuestro país de forma amplia".
Trump ordenó hace tres semanas prohibir la entrada a Estados Unidos a refugiados y ciudadanos de siete países de mayoría musulmana, una medida que generó caos en aeropuertos y provocó decenas de protestas.
Ese decreto fue suspendido por una corte del estado de Washington, fallo ratificado por una corte de Apelaciones en California. Este jueves, Estados Unidos desistió de insistir con esa Corte de Apelaciones para concentrarse en el nuevo decreto.
El mandatario dijo a la prensa que el nuevo decreto estará "muy ajustado" a la decisión de la corte, aunque reparó que "podemos ajustarlo para obtener de alguna manera más" de lo que contemplaba la orden suspendida.