Trump busca el voto de mujeres conservadoras en una gran marcha antiabortista
El presidente, Donald Trump, pidió hoy el voto de las mujeres conservadoras que se oponen frontalmente al derecho a abortar, en un discurso convertido en mitin electoral durante la mayor marcha antiabortista que se celebra anualmente en el país.
Trump se convirtió en el primer presidente en dar un discurso ante la "Marcha por la vida", una manifestación que desde hace más de cuatro décadas reúne anualmente en el corazón de Washington a miles de familias y fieles de congregaciones religiosas contrarias al derecho al aborto, garantizado en el país desde 1973.
"Los niños no nacidos nunca han tenido un defensor tan firme en la Casa Blanca", proclamó Trump ante un mar de simpatizantes que le jaleaban, algo poco habitual en un Washington abrumadoramente demócrata e inmerso estos días en el juicio político al presidente.
"(Los demócratas) vienen a por mí porque estoy luchando por ustedes, estoy luchando por aquellos que no tienen voz. Y ganaremos, porque sabemos cómo ganar", sentenció.
Desde la música que acompañó su discurso a la parafernalia electoral que se vendía en los alrededores del acto, el ambiente era igual al de los mítines de campaña de Trump, y el presidente despejó pronto las dudas al pedir el voto de las asistentes en las elecciones presidenciales de noviembre.
"Hoy, millones de mujeres extraordinarias en todo Estados Unidos están usando el poder de sus votos para luchar por el derecho a la vida", celebró el mandatario.
Trump, que hace solo dos décadas se declaraba "muy a favor" del derecho de las mujeres a decidir sobre su embarazo, vio en 2016 un jugoso nicho de votantes entre los conservadores sociales y cambió su posición, además de rodearse de férreos representantes de esa tendencia como su vicepresidente, Mike Pence.
"Desde que llegué al poder, he tomado medidas históricas para apoyar a las familias estadounidenses y proteger a los no nacidos", aseguró Trump, quien no se olvidó de recordar que ha batido récords a la hora de nominar a jueces conservadores que pueden otorgar victorias a los antiabortistas en los tribunales.
Los asistentes a la "Marcha por la vida", entre ellos muchos adolescentes llegados en autobuses fletados por sus parroquias desde distintos puntos del país, planeaban marchar después hasta el Tribunal Supremo para pedir la derogación de la decisión que en 1973 legalizó el aborto a nivel nacional.