La ONU reivindica la vigencia de su Carta fundacional 75 años después
La Carta de las Naciones Unidas, el documento fundacional de la ONU, cumple este viernes 75 años y lo hace, según la organización, como una guía aún plenamente válida para mantener la paz y crear un mundo mejor para todos.
“Nosotros los pueblos de las Naciones Unidas…” Así, inspirada por la Constitución estadounidense, arranca la declaración firmada en San Francisco el 26 de junio de 1945 por medio centenar de países comprometidos a crear un nuevo orden internacional tras la derrota del nazismo.
Hoy, la ONU cuenta con 193 Estados miembros, y un historial de décadas en el que destaca por encima de todo el logro de haber auspiciado un largo período sin conflictos entre las grandes potencias internacionales.
“Los arreglos multilaterales de la posguerra han acumulado un sólido historial de servicio, salvando millones de vidas, avanzando la condición humana y cumpliendo la tarea cardinal de evitar la Tercera Guerra Mundial”, defendió este viernes el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, en la conmemoración oficial del aniversario.
Lo que iba a ser una gran celebración de la historia y futuro de la ONU se quedó en una monótona ceremonia virtual como consecuencia de la pandemia del coronavirus, con una larga consecución de mensajes en vídeo grabados por la plana mayor de la organización y por representantes de los distintos grupos regionales, que se completó luego, ya en directo, con dos sesiones de debate con varias personalidades.
El cierre lo puso una actuación conjunta de la Orquesta Sinfónica de San Francisco, donde se negoció y firmó la Carta, y de la Filarmónica de Nueva York, donde Naciones Unidas tiene su sede central.
Un visión plenamente vigente
“La visión de la Carta resiste el paso del tiempo y sus valores seguirán llevándonos hacia delante”, aseguró Guterres en su mensaje.
El texto, una suerte de Constitución pactada por Gobiernos de todo el mundo, delinea amplios compromisos para proteger la paz, defender los derechos humanos y las libertades y mejorar las vidas de todos los ciudadanos del planeta.
Para el jefe de la ONU, la Carta continúa siendo una “piedra de toque para un mundo atrapado en una pandemia, desgarrado por la discriminación, en peligro por el cambio climático y marcado por la pobreza, la desigualdad y la guerra”.
Guterres, sin embargo, admitió que en estos momentos de crisis hace falta “reimaginar el multilateralismo” y darle herramientas para que funcione como los fundadores de la ONU querían.
En los últimos años, y cada vez más, el choque entre las principales potencias -Estados Unidos de un lado, China y Rusia del otro- ha dificultado cualquier avance en Naciones Unidas y especialmente en su Consejo de Seguridad, el órgano encargado de la paz y la seguridad y donde esos tres países, junto a Francia y el Reino Unido, se aseguraron derecho a veto como vencedores de la Segunda Guerra Mundial.
El ministro francés de Exteriores, Jean-Yves Le Drian, cuyo país preside este mes el Consejo, subrayó que la Carta sigue siendo fundamental para el mantenimiento de la paz y la seguridad y aseguró que las potencias están comprometidas a cumplir con su cometido.
El representante chino, Zhang Jun, que habló en nombre de los países de Asia y el Pacífico, destacó que la pandemia es un recordatorio de que “sólo somos tan fuertes como el más débil de nosotros” y de que “lo que el mundo necesita ahora es solidaridad y cooperación”.
Naciones Unidas cumplirá sus 75 años el próximo mes de octubre, pues se fundó oficialmente unos meses después de la Conferencia de San Francisco, una vez que el número requerido de países había ratificado la Carta.
La organización había organizado una gran cumbre de jefes de Estado y de Gobierno en septiembre para marcar la fecha, aprovechando las reuniones que cada septiembre celebra la Asamblea General y a las que acuden una mayoría de los líderes internacionales.
La pandemia, sin embargo, dejará ambos eventos en nuevas citas virtuales, que complican las expectativas de grandes avances entre los Gobiernos para responder a los principales problemas del mundo.
"Nada reemplaza a una diplomacia personal, con un contacto humano que genera empatía y que puede generar consenso", reconocía este jueves Guterres en una conferencia de prensa.