Romero dice que no sabe cómo se contagió de ébola

Reuters
05 de noviembre 2014 - 13:22

La paciente española curada de ébola, Teresa Romero, dijo el miércoles que no sabe cómo se pudo contagiar y ofreció su propia sangre para poder curar a otros casos del brote de la fiebre hemorrágica que ha matado a casi 5.000 personas en África.

La enfermera contrajo el virus tras atender voluntariamente a dos misioneros españoles con ébola repatriados desde África por el Gobierno, contra el que llovieron críticas por su gestión de una crisis que mantuvo en observación durante semanas a más de ochenta personas.

"Yo no sé lo que falló, ni siquiera sé si fallo algo. Sólo séque no guardo rencor ni reproches, pero si mi contagio sirve para algo, para que se estudie mejor la enfermedad o pueda ayudar a encontrar una vacuna o curar a otras personas, aquí estoy", dijo Teresa Romero en su primera comparecencia ante los medios tras superar la enfermedad.

Las autoridades sanitarias dicen que el ébola -que provoca fiebre, vómitos y hemorragias- sólo se transmite por el contacto directo con fluidos de personas infectadas y tiene un periodo de incubación máximo de 21 días.

Los médicos de Romero la dieron por curada de la enfermedad hace dos semanas y reconocieron el miércoles, cuando Romero recibió el alta, que habían usado el suero de una religiosa que había superado la enfermedad y un fármaco experimental llamado favipiravir, aunque dijeron desconocer exactamente qué factor había sido el clave la había curado.

Romero agradeció a la hermana Paciencia, la religiosa de la que se sacó el suero con el que fue tratada, su gesto: "Nunca le estaré suficientemente agradecida", dijo.

El conocimiento a comienzos de octubre del caso del contagio en España, el primero conocido fuera de África, causó alarma en la opinión pública, provocó un cambio en los protocolos de actuación ante la enfermedad y peticiones de dimisión de los responsables de Sanidad del Gobierno y la Comunidad de Madrid.

La enfermera agradeció el trato de los profesionales del hospital Carlos III en el que ella también ha trabajado y ha estado ingresada, aunque realizó una crítica directa a la gestión política sanitaria.

"Han demostrado que tenemos la mejor sanidad del mundo. Profesionales abnegados que pese muchas veces a la nefasta dirección política, son capaces de obrar milagros. Yo soy uno de ellos", dijo.

"DEJADME DESCANSAR"

Después de 30 días ingresada en el hospital, Romero llegó hasta la entrada de una sala plagada de medios en silla de ruedas y acompañada de su marido. La enfermera se levantó y accedió andando, aunque apoyándose en la pared para subir unos pocos escalones.

"Estoy aquí para daros las gracias. Aún me encuentro muy débil", dijo. "Ahora creo que llega el tiempo de descansar. Que me dejéis que me recupere para poder transmitiros mi experiencia. De verdad a todos, gracias de todo corazón", dijo en su declaración, en la que no admitió preguntas.

El estado de salud de Romero empeoró poco después de su ingreso el 6 de octubre, aunque después poco a poco logró superar la enfermedad.

"Cuando me veía morir me aferraba a mis recuerdos. A mi familia, a mi marido, al que adoro. Yo me encontraba aislada y no tenía más contacto con el exterior que el que tenía con Javier (Limón, su marido) a través del teléfono y el cariño de los profesionales", dijo.

Sus médicos trataron de calmar el miércoles a la opinión pública al anunciar que la salida del hospital de Romero no supone ningún riesgo para la población.

"Hemos adoptado todas las precauciones habidas y por haber de que no hay ninguna posibilidad de contagio", dijo José Ramón Arribas, jefe de la unidad de Enfermedades Infecciosas y Medicina Tropical del Hospital Carlos III.

"Puede hacer una vida completamente normal", añadió, diciendo que no queda rastro de virus en el organismo de Romero.

"RECHAZO"

Una enfermera del hospital dijo que el personal sanitario había sufrido un fuerte rechazo en su entorno por el miedo que genera el haber estado tratando casos de ébola.

"El rechazo de la población ha sido brutal. Ha sido para hijos de compañeras en los colegios, ha sido de amigos, y ha habido coacciones. En un determinado momento me he sentido coaccionada y no he hecho un viaje debido a esa coacción", dijo María Esteso, representante de enfermeras en una rueda de prensa del personal sanitario para anunciar el alta de Romero.

Tras el caso de Teresa, que era la única paciente que quedaba ingresada en el hospital por la crisis desatada por su contagio de ébola, los médicos dijeron que el principal riesgo de contagio está en el personal sanitario que atiende a los pacientes de la enfermedad cuando tienen concentraciones altas del virus.

El Hospital Carlos III dijo que el personal sanitario y de limpieza de la habitación de Romero debe mantenerse bajo vigilancia con una toma de temperatura periódica hasta el 26 de noviembre.

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