Piden prisión preventiva para vicepresidente de Ecuador por caso Odebrecht
El fiscal general del Estado, Carlos Baca, pidió este lunes 2 de octubre la prisión preventiva para el vicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, investigado por supuesta asociación ilícita relacionada con los sobornos de la constructora brasileña Odebrecht.
La petición la realizó durante la audiencia de revisión de medidas cautelares contra Glas y su tío Ricardo Rivera, este último bajo arresto domiciliario dentro del proceso de investigaciones de los presuntos sobornos de la firma brasileña en Ecuador.
Baca justificó que pedía la prisión preventiva "por encontrarse nuevos elementos de convicción en investigación por asociación ilícita", señaló la Fiscalía en su cuenta de Twitter mientras se celebraba la audiencia en la Corte Nacional de Justicia.
El fiscal general solicitó además al juez Miguel Jurado la prohibición de enajenar bienes y retención de cuentas para el vicepresidente constitucional.
Aunque sigue en funciones por haber sido electo para el cargo por la ciudadanía, el pasado agosto el jefe de Estado, Lenín Moreno, le retiró a Glas las competencias bajo su jurisdicción luego de que este criticara su gestión política abiertamente y se alineara con la postura del ex presidente y correligionario Rafael Correa, de quien también había sido su vicepresidente.
En la audiencia de revisión de medidas cautelares, el fiscal solicitó también la prisión preventiva para Ricardo Rivera, tío de Glas, "argumentando vulnerabilidad de arresto domiciliario y potencial riesgo de fuga", indicó la Fiscalía.
El pasado jueves, la Procuraduría (Defensa del Estado) de Ecuador se sumó a la acusación por presunta asociación ilícita contra dieciocho acusados, entre ellos Glas, en el marco de las investigaciones por la supuesta trama de sobornos de la firma brasileña.
La acción de la Procuraduría se dio un día después de la comparecencia ante la Fiscalía del exdirectivo de Odebrecht en Ecuador José Conceicao Santos, a través de videoconferencia.
El viernes Glas afirmó que no dimitirá ni huirá del país y que encarará los procesos judiciales que le surjan, pues dijo ser "inocente" y víctima de un complot en su contra.
"Yo no voy a huir. Prefiero ir a la cárcel siendo inocente que huir como un cobarde sin tener responsabilidad alguna en los hechos que quieren imputarme", afirmó.
Y se declaró víctima de un linchamiento por parte de grupos opositores y sectores de la prensa críticos con él, asegurando que no hay pruebas sobre los supuestos delitos de los que se le acusa.
También rechazó el testimonio de Santos, a quien tildó de "corrupto confeso" y dijo de él, en forma sarcástica: "Es tan corrupto que dice que es honesto".